La filtración de 11,5 millones de documentos de Mossack Fonseca, dio lugar a un colorido abanico de reacciones, algunas menos esperadas que otras. Entre las más sorprendentes iniciativas inspiradas en los Panama Papers, seguramente la de Paddy Power se ubique en un buen lugar.
La casa de apuestas en línea propone especular sobre quién de los dirigentes políticos afectados por el escándalo -en nombre propio o por medio de allegados- deberá renunciar a su cargo. Presidentes, monarcas y ministros son las figuras que pueblan el ranking de quince nombres.
El presidente de la Argentina, Mauricio Macri, encabeza las apuestas y por eso paga sólo 8 dólares por cada dólar que se apueste por él. Lo sigue de cerca el primer ministro de Pakistán, Nawaz Sharif (paga 10 por cada dólar) y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko (12 a 1).
Para un mayor retorno sobre la inversión, el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, es el cuarto favorito de Paddy Power, con 20 a 1.
Las probabilidades ubican a los presidentes de Francia, François Hollande, de Rusia,Vladimir Putin, y de China, Xi Jinping, en un mano a mano, con 33 a 1.
Los presidentes de los Estados Unidos, Barack Obama, y de Zimbabue, Robert Mugabe, la canciller de Alemania, Ángela Merkel, y la reina de Inglaterra, Elizabeth II, se ubican en otro grupo con apuestas, de 66 a 1.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el líder del régimen de Corea del Norte, Kim Jong-un, y el primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, y el presidente de los Emiratos Árabes Unidos, Khalifa bin Zayed Al Nahyan, cierran las apuestas con probabilidades de entre 80 y 90 a 1.
Fuera del mundo de las apuestas, el primero en caer luego de la filtración fue el abogado chileno Gonzalo Delaveau Swett, presidente de Chile Transparente, cuyo nombre aparece en la nómina de 200 entidades fantasmas creadas a través del bufete panameño.
El segundo en bajarse fue el primer ministro islandés, Sigmundur David Gunnlaugsson, vinculado a una empresa offshore. Dimitió del Ejecutivo, pero no antes de amenazar con disolver el Parlamento y convocar elecciones generales. Ahora, sin embargo, sostiene que sólo se alejó "temporalmente".