Este fin de semana miles de manifestantes vestidos de negro volvieron a manifestarse en las principales calles de Hong Kong para solicitar el cese de medidas drásticas legales por parte de China.
Sin importar las fuertes lluvias, los habitantes sumaron su onceava semana de protestas de forma ininterrumpida.
La furia de los habitantes inicio hace un par de meses luego de que China diera a conocer una iniciativa de ley que permitiría la extradición de presuntos delincuentes en Hong Kong a China.
"Los habitantes de Hong Kong están cansados de protestar, esto es realmente lo último que quieren. Hace mucho calor y está lloviendo. Es una tortura simplemente aparecer, francamente".
Los pobladores se concentraron en diversos parques y áreas deportivas del distrito Causeway Bay en los que soltaron consignas como '¡Hong Kong libre!' y '¡Democracia ahora!'.
"Tenemos que estar aquí porque no tenemos otra opción. Tenemos que continuar hasta que el Gobierno finalmente nos muestre el respeto que merecemos", dijo.
Los manifestantes reclaman la retirada completa del proyecto de ley de extradición, que el Gobierno deje de considerar "disturbios" las protestas ciudadanas, la retirada de los cargos presentados contra los detenidos durantes las protestas, una investigación independiente de la actuación policial y la reanudación de la reforma política.
Las protestas antigubernamentales se marcan como uno de los mayores desafíos a los que se enfrenta el presidente chino, Xi Jinping, desde que a la silla presidencial a mediados de 2012.
Pekín ha llegado a acusar a países extranjeros, incluido Estados Unidos, de fomentar los disturbios en Hong Kong.