Las primeras cepas del coronavirus que se propagaron por la región italiana de Lombardía no llegaron directamente de China, según un estudio reciente liderado por el profesor Carlo Federico Perno, virólogo y microbiólogo de la Universidad de Milán.

Tras analizar más de 300 muestras de sangre de pacientes lombardos con COVID-19 entre febrero y abril, los autores del estudio, no revisado por los pares y publicado el lunes en medRxiv.org, un servidor de preimpresión sobre ciencias de la salud, halló que se trata de variantes del virus observadas con frecuencia en países europeos, entre ellos Francia, Países Bajos y Suiza, pero rara vez en China.

Italia fue el primer país en el mundo que suspendió todos los vuelos procedentes de China tras el brote de coronavirus allí en diciembre del año pasado. De acuerdo con el estudio, la secuenciación del genoma sugiere "una cadena de transmisión que no implica a China directamente".

Los investigadores analizaron la secuencia completa del genoma de 371 muestras de otros tantos pacientes con síntomas de leves a graves de la enfermedad, todos ellos residentes en las 12 provincias de Lombardía, que ha reportado más de un tercio de los casos en Italia.

Hallaron que las cepas pertenecían a dos linajes diferentes, cada uno con un papel dominante en algunas provincias, pero no tenían las características de las cepas víricas "aisladas en los primeros meses del brote en China".

Podría haber habido "introducciones múltiples" del coronavirus en Lombardía, detallaron los investigadores, y añadieron que esas cepas formaron racimos relativamente aislados en diferentes zonas.

Los virus, explicaron, podrían haber llegado de Europa Central, donde se han detectado cepas con mutaciones similares.

Además, la investigación apunta a que las cepas podrían haber entrado en Italia en la segunda mitad de enero, un mes antes de que se confirmase el primer caso en Codogno, Lombardía, el 20 de febrero.

Según un informe publicado por la agencia de noticias Sputnik también el lunes, el Instituto Skolkovo de Ciencia y Tecnología (Skoltech) descubrió que, entre febrero y marzo, al menos 67 cepas del coronavirus se propagaron en diferentes ciudades de Rusia.

Tras analizar la secuencia del genoma de las muestras recogidas, los investigadores comprobaron que los virus causantes del brote en Rusia eran principalmente de Europa, y no de China, dijo la entidad.

Con información de Xinhua.