Vivimos horas de reflexión a nivel europeo: Bélgica, Francia y otros países han declarado un confinamiento”, ha dicho hoy el ministro de Asuntos Exteriores, Luigi Di Maio, en un evento organizado por el diario “Il Foglio”.

“Tenemos que analizar si es necesario anticipar movimientos para evitar que la curva empeore. Se están realizando incesantes reuniones para el próximo decreto, que sin duda será más restrictivo”, añadió.

La última medida aprobada por el Gobierno ha sido el cierre de bares y restaurantes a las 18:00 h, y el cierre total de cines, teatros, gimnasios y otras actividades.

Di Maio ha garantizado que el objetivo del Ejecutivo es mantener en funcionamiento la actividad productiva y las escuelas con clases presenciales, y que se están estudiando vías para conseguirlo, en colaboración estrecha entre el Gobierno central y las regiones.

“La ministra (de Educación, Lucia) Azzolina está tratando de mantener las escuelas abiertas, sobre todo en las zonas donde la curva de infecciones es más baja. En Francia se ha declarado un confinamiento, pero las escuelas seguirán abiertas”, recordó.

Además, ha aprovechado para pedir unidad dentro del propio Gobierno, esencial para que pueda “tomar decisiones rápidamente”, tras las recientes polémicas con el socio Italia Viva, del exprimer ministro Matteo Renzi, que en los últimos días ha criticado el cierre de los espacios culturales.

Por su parte, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, se ha limitado a señalar que su gabinete está “trabajando para comprender si se necesitan más acciones” porque “las cifras son muy preocupantes en Europa“, no solo en Italia.

Italia acumula 647 mil 674 casos totales de contagios por coronavirus, entre ellos 38 mil 321 fallecidos, desde el 21 de febrero, cuando comenzó la emergencia a nivel nacional, según el último balance oficial del Ministerio de Sanidad, del viernes.

Con información de EFE