Más de 100 millones de personas votaron ya este año antes del día de la elección por medio de la votación anticipada en persona y de los votos enviados por correo.

De acuerdo con un modelo de Andrew Therriault, un científico de datos de Bloomberg News, se pronostica que el número total de votos se ubique entre 142,4 y 149,6 millones, es decir, entre el 62 y el 65 por ciento de los ciudadanos en edad de votar. Si esto resulta cierto, la cifra habrá superado el récord de 138,8 millones de votos emitidos en 2016, indicó Bloomberg.

La carrera presidencial de este año, entre el actual presidente y nominado republicano, Donald Trump, y el ex vicepresidente del país y nominado demócrata, Joe Biden, se produce en medio de la pandemia de COVID-19 que ha dejado más de 230 mil estadounidenses muertos y ha destrozado la economía del país.

Los simpatizantes de Biden consideran que Trump ha realizado un trabajo deficiente en el manejo del virus, y los simpatizantes de Trump creen que el presidente puede llevar la economía de Estados Unidos de nuevo a lo que era antes de la llegada del virus.

Los estadounidenses están emitiendo sus votos hoy martes con una urgencia no vista en décadas. Una votante dijo al New York Times que va a votar "como si su vida dependiera de ello". En los estados de Hawái y Texas, la votación anticipada ya registró más votos que la cifra total de votos emitidos en 2016.

Una encuesta realizada por el New York Times y Siena College encontró que los simpatizantes de Trump tienen más probabilidades de salir el día de la elección y que los demócratas favorecen la votación anticipada. Para el mediodía, los medios estadounidenses de muchos estados del país reportaron una elevada participación en las casillas de votación.

De acuerdo con las encuestas de RealClearPolitics, Biden supera a Trump por 7,2 por ciento a nivel nacional, pero por apenas 2,3 por ciento en los estados claves de Florida, Carolina del Norte, Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona.

Algunos han mencionado la posibilidad de que los resultados de la elección sean cuestionados, un escenario registrado en el 2000, cuando George W. Bush compitió con Al Gore por la Casa Blanca y el resultado tuvo que ser decidido por la Suprema Corte de Estados Unidos.

Funcionarios y expertos electorales han señalado que el país debe prepararse para no saber quién ganó la Casa Blanca la noche de la elección.

Con información de Xinhua.