Uno de cada 60 italianos ha contraído el COVID-19, porcentaje que supone que hay 1 millón 66 mil 401 habitantes en Italia infectados hasta la fecha.

Una cifra “enorme”, ha manifestado hoy el comisario nombrado por el Gobierno para la emergencia, Domenico Arcuri, mientras el Ejecutivo estudia posibles cierres a nivel regional.

Italia registró 636 muertes por coronavirus en las últimas veinticuatro horas, la peor cifra desde el pasado mes de abril, mientras que ha detectado 37 mil 978 nuevas infecciones.

A pesar de estos datos, Arcuri indicó que parece que “la curva de contagio finalmente parece que empieza a aplanarse”, pero que se necesitará paciencia.

“Seguimos creciendo, pero siete veces menos que hace 20 días y 10 veces menos que hace un mes”, explicó.

“El virus ha llegado a toda Italia, pero Italia no es toda igual. Por eso necesitamos diferenciaciones, medidas no uniformes como esas que se han introducido. Hay regiones donde se detectan los primeros signos de enfriamiento de la epidemia y otras donde la situación sigue siendo crítica y se necesitan más acciones para ayudar a paliar el crecimiento de las infecciones”, destacó Arcuri respecto a las medidas restrictivas.

El comisario adelantó que se podrá empezar a vacunar a los primeros italianos a finales de enero.

Con información de EFE