El director de la Comisión Central de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China, Yang Jiechi, mantuvo una conversación telefónica con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, en donde pidió a Washington a "corregir sus errores” y que cada país se centre en sus propios asuntos.

Según China Global Television Network (CGTN), en el primer contacto oficial entre los dos países desde que Joe Biden asumiera la presidencia, el pasado 20 de enero, Yang hizo un llamamiento a "la no confrontación, el respeto mutuo y la cooperación mutuamente beneficiosa".

Asimismo, se refirió a Taiwán como "el problema más importante y sensible" en la relación bilateral, e instó a Washington a respetar estrictamente la política de 'una sola China' y los tres comunicados conjuntos de China-Estados Unidos.

El diplomático también destacó que las cuestiones relacionadas con Hong Kong, Sinkiang y el Tíbet son asuntos internos de China y dejó claro que Pekín no tolerará la interferencia de ninguna fuerza externa. "China continuará preservando firmemente su soberanía, seguridad e interés de desarrollo", subrayó Yang.

Según un comunicado de la Casa Blanca, el secretario de Estado enfatizó durante la llamada que Estados Unidos "continuará defendiendo los derechos humanos y los valores democráticos, incluso en Sinkiang, el Tíbet y Hong Kong”, y presionó a China para que se una a la comunidad internacional para condenar el golpe militar en Myanmar.

El diplomático norteamericano también reiteró que Washington trabajará junto con sus aliados y socios en la defensa de sus valores e intereses compartidos para hacer que China "rinda cuentas por centrar sus esfuerzos en amenazar la estabilidad en el Indo-Pacífico", incluido el estrecho de Taiwán, y por "socavar el sistema internacional basado en reglas". Al mismo tiempo, transmitió a Yang sus mejores deseos para el próximo Año Nuevo chino.

Yang ha asegurado que China y Estados Unidos pueden lograr "grandes cosas" si trabajan juntos, aunque para ello, Washington debe "superar la obsoleta mentalidad de rivalidad", reanudar los contactos y dejar de entrometerse en los asuntos internos de Pekín. Asimismo, aseveró que el desarrollo de su país "es un proceso que ninguna fuerza podrá detener".

Con información de RT.