Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció que el jefe del grupo terrorista Estado Islámico, Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi, fue dado de baja tras una operación antiterrorista lanzada anoche en el noroeste de Siria, donde varios testigos informaron múltiples muertes a causa de la redada, incluso civiles.
Un alto funcionario de la Casa Blanca precisó que el líder del Estado Islámico se inmoló durante la operación haciendo estallar una bomba que cargaba.
"Anoche, bajo mi dirección, las fuerzas militares estadunidenses en el noroeste de Siria llevaron a cabo con éxito una operación antiterrorista gracias a la habilidad y valentía de nuestras Fuerzas Armadas, logramos retirar del campo de batalla a Abu Ibrahim al-Hashimi al-Qurayshi", declaró Biden.
Los residentes dieron a conocer que helicópteros volaron sobre la zona y que los soldados norteamericanos se enfrentaron a hombres armados durante varias horas en torno a una vivienda de dos plantas rodeada de olivos.
Según ellos, hubo disparos y explosiones que despertaron a la tranquila localidad de Atmeh, cerca de la frontera turca, una zona salpicada de campos para desplazados por la guerra civil siria.
El Pentágono calificó como una exitosa operación antiterrorista la incursión a gran escala en el noroeste de Siria. Los servicios de emergencias que acudieron al lugar reportaron 13 muertos, entre ellos seis niños y cuatro mujeres.
Los denominados Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las áreas de Siria controladas por la oposición, confirmaron las muertes, entre ellos seis menores, el número de muertos en una operación lanzada esta madrugada por las fuerzas estadunidenses en la provincia noroccidental de Idlib.