El presidente Andrés Manuel López Obrador dejó como “protesta fraterna” su planteamiento de poner pausa a las relaciones con España, cuyo gobierno exigió respeto y rechazó “tajantemente las descalificaciones”.

En un comunicado el gobierno ibérico reiteró que “España rechaza tajantemente las descalificaciones realizadas por el presidente López Obrador en los últimos días contra España y empresas españolas”.

El escrito hace hincapié en que Madrid trabajará siempre por mantener las mejores relaciones con México y reforzar los lazos con este pueblo hermano.

El gobierno desea unas relaciones basadas en respeto mutuo, como quieren españoles y mexicanos, sin este tipo de manifestaciones”.

El canciller español José Manuel Albares afirmó que “debe quedar muy claro que el gobierno de España va a defender a los españoles, el buen nombre de España y a sus empresas en cualquier circunstancia y ante cualquiera”.

López Obrador aclaró que su propuesta de pausar las relaciones no significa ruptura, sino una “protesta respetuosa y fraterna por los abusos cometidos contraMéxico y aseguró que este posicionamiento no afectará las relaciones comerciales ni el trabajo de Quirino Ordaz como embajador en ese país.

AMLO agregó que sus comentarios buscan serenar la relación entre ambas naciones para que ya no se esté pensando en que se puede saquear a México como ocurría en gobiernos anteriores, hechos por los que hasta deberían ofrecer disculpas.

Dicen que eso no existe en el lenguaje de la política exterior, pues sí, y si no ya lo estoy explicando: no es ruptura ni contra el pueblo español, es nada más una protesta respetuosa, fraterna por los abusos y agravios cometidos contra el pueblo de México”.