Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, se declaró culpable de un único delito grave de violación de la Ley de Espionaje en un tribunal federal de Saipán, la capital de las Islas Marianas del Norte, como parte de un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, evitando así más tiempo en prisión y poniendo fin a una saga legal de años.

A pesar de tener que admitir su culpabilidad por un solo delito grave, el de "obtener y difundir ilegalmente información clasificada relacionada con la defensa nacional", a Assange se le permitiría regresar a Australia sin cumplir ninguna pena de prisión en Estados Unidos.

El Departamento de Justicia de Estados Unidos acordó llevar a cabo la audiencia en las Islas Marianas del Norte, una comunidad estadounidense en el Pacífico, porque Assange no quería ir a la parte continental de Estados Unidos.

Assange se vio envuelto en una larga batalla legal con el Gobierno de Estados Unidos debido a su papel en la adquisición y divulgación de documentos militares y diplomáticos clasificados entre 2009 y 2011, estos archivos incluían cientos de miles de documentos militares secretos de Estados Unidos relacionados con las guerras en Afganistán e Irak.