El gobierno de China ha respondido a la reciente imposición de aranceles del 20 por ciento por parte de Estados Unidos sobre productos chinos, advirtiendo que "no se doblega ante la presión" y acusando a Washington de utilizar los aranceles como una herramienta política para desviar la atención de sus problemas internos.

El portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lin Jian, declaró en una rueda de prensa que "China no tolera la hegemonía ni el acoso. Si Estados Unidos insiste en tácticas de máxima presión contra China, ha elegido al oponente equivocado".

En respuesta a las medidas estadounidenses, Pekín anunció la imposición de aranceles adicionales del 15 al 20 por ciento a productos agroalimentarios estadounidenses, incluyendo soja, trigo y carne de vacuno.

Lin criticó la decisión de Washington de aumentar los gravámenes sobre productos chinos, señalando que "Estados Unidos impone aranceles para desviar la atención de sus propios problemas internos".

A pesar de la escalada de tensiones, el portavoz afirmó que Pekín sigue apostando por el diálogo, pero subrayó que este debe darse "en condiciones de igualdad, respeto mutuo y beneficio recíproco".

Esta confrontación comercial se produce en un contexto de crecientes tensiones entre ambas potencias, con implicaciones significativas para la economía global.