El primer ministro de Canadá, Mark Carney, ha convocado elecciones anticipadas para el 28 de abril, adelantando los comicios previstos originalmente para octubre.
Carney, quien asumió el cargo el 14 de marzo tras la dimisión de Justin Trudeau, busca aprovechar el impulso en las encuestas que favorecen al Partido Liberal en medio de crecientes tensiones con Estados Unidos.
Según un análisis de la radiotelevisión pública canadiense CBC, el Partido Liberal cuenta con una intención de voto del 37.5 por ciento, lo que podría traducirse en 174 de los 338 escaños de la Cámara de los Comunes, superando por poco la mayoría necesaria de 170 escaños. El Partido Conservador, liderado por Pierre Poilievre, obtendría un 37.1 por ciento de los votos y 134 escaños.
La campaña electoral estará marcada por las amenazas del presidente estadounidense, Donald Trump, quien ha impuesto aranceles a productos canadienses y ha sugerido la anexión de Canadá como el 51º estado de Estados Unidos.
Estas acciones han generado un aumento del nacionalismo en Canadá, beneficiando al Partido Liberal en las encuestas.
Carney ha calificado las acciones de Trump como "la crisis más significativa de nuestra vida" y ha instado a la unidad nacional para defender la soberanía canadiense.
Por su parte, Poilievre, conocido por su discurso populista, ha criticado las políticas actuales, enfocándose en la inflación, la vivienda y la inmigración, pero ha evitado confrontar directamente a Trump.
La elección del 28 de abril será crucial para determinar cómo Canadá enfrentará las presiones externas y abordará desafíos internos.
La decisión de Carney de adelantar las elecciones refleja la urgencia de obtener un mandato claro para navegar en este complejo panorama político y económico.