El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reafirmado su intención de que su país tome el control de Groenlandia, argumentando que la isla es esencial para la seguridad nacional y la defensa frente a amenazas de naciones como Rusia y China.

En una entrevista con el presentador Vince Coglianese en el podcast "The Vince Show", Trump declaró: "Es una isla que, desde una postura defensiva —e, incluso, ofensiva— necesitamos, especialmente en el mundo como está. Vamos a tener que tenerla".

El mandatario reconoció que los groenlandeses podrían no estar dispuestos a convertirse en estadounidenses, pero enfatizó la necesidad de convencerlos debido a la importancia estratégica de la isla.

Trump destacó la presencia de embarcaciones de Rusia y China en las costas de Groenlandia, señalando que esto representa una amenaza y que "no es posible defender adecuadamente una gran parte de esta tierra, no solo Estados Unidos, sin ella".

Estas declaraciones se producen en vísperas de la visita del vicepresidente J.D. Vance a Groenlandia, cuyo objetivo es supervisar la seguridad del territorio y avanzar en la propuesta de adquisición. Inicialmente, la visita contemplaba la presencia de la segunda dama, Usha Vance, en actividades culturales y deportivas; sin embargo, la agenda se modificó para incluir al vicepresidente, quien evaluará los niveles de seguridad y riesgos en la zona.

Las intenciones de la administración estadounidense han generado rechazo tanto en Groenlandia como en Dinamarca. El primer ministro groenlandés, Múte Bourup Egede, afirmó que el futuro de Groenlandia es asunto exclusivo de sus habitantes y solicitó el respaldo de la comunidad internacional ante lo que calificó como intentos de intimidación por parte de Estados Unidos.

La insistencia de Trump en controlar Groenlandia ha provocado tensiones diplomáticas y críticas por parte de líderes internacionales, quienes consideran inaceptable la presión ejercida sobre el territorio autónomo danés.