Este domingo, la líder de extrema derecha francesa, Marine Le Pen, encabezó una manifestación en la plaza Vauban de París, acompañada por miles de simpatizantes, para protestar contra su reciente condena por malversación de fondos públicos que la inhabilita para ocupar cargos públicos durante cinco años.

Le Pen denunció que la sentencia en su contra es una "decisión política" destinada a excluirla de la vida pública y afirmó que "no voy a bajar los brazos". Invocando la figura de Martin Luther King, enfatizó que su lucha será "pacífica y democrática".

La condena, emitida por un tribunal penal de París, encontró a Le Pen culpable de desviar aproximadamente 4,4 millones de euros destinados a asistentes parlamentarios europeos para actividades relacionadas con su partido, Agrupación Nacional.

Tanto ella como su formación política han negado las acusaciones y han anunciado su intención de apelar la sentencia.

Paralelamente, partidos de izquierda y centristas organizaron contramanifestaciones en defensa del Estado de derecho y la independencia judicial, criticando las declaraciones de Le Pen como un ataque a las instituciones democráticas. 

La apelación de Le Pen está programada para mediados de 2026, y su resolución podría influir significativamente en el panorama político francés de cara a las elecciones presidenciales de 2027.