Los jóvenes y activistas que defienden una profunda reforma del sistema democrático, social y económico español ya habían avisado desde primera hora de la mañana que no se sienten vinculados a la decisión que tome la Junta Electoral Central en relación a la presunta ilegalidad de las protestas públicas.
Desde la organización, un portavoz explicó a primera hora que ellos no han acudido a la Junta, que no son ningún partido y que su derecho lo recoge el artículo 21 de la Constitución: "Se reconoce el derecho de reunión pacífica y sin armas. El ejercicio de este derecho no necesitará autorización previa".
Pese a la decisión de prohibir las protestas en torno a las elecciones de este domingo y el sistema político ibérico, por cinco votos a favor, cuatro en contra y una abstención, el grueso de los manifestantes en Madrid dicen no sentirse correspondidos al veto y planean reunirse de nuevo este fin de semana para lanzar proclamas en contra al sistema político y social peninsular.
Varios miles de personas se han congregado en días pasados en Madrid al mismo tiempo que cientos de personas en decenas de ciudades españolas, mientras que en urbes como Ciudad de México, Lisboa, Budapest, Berlín, Atenas entre otras comienzan a surgir brotes frente a embajadas y consulados españoles.
Una de las claves del temprano éxito que ha teniendo este movimiento es la participación de las redes sociales, principalmente Twitter donde se le ha dado seguimiento bajo la etiqueta #acampadasol y en horas más recientes #nonosvamos.