La artista estadounidense de 53 años estuvo casada con el actor y director estadounidense Sean Penn y con el cineasta británico Guy Ritchie, y ha pasado gran parte de los últimos años tras la cámara en lugar de sobre el escenario.
"W.E.", su segunda película, se proyecta fuera de concurso en el Festival de Cine de Venecia, pero la presencia de una de las mayores celebridades mundiales dominó inevitablemente la atención de la prensa internacional.
El filme vuelve a contar la historia de la divorciada estadounidense Wallis Simpson, cuya relación con el rey Eduardo VIII llevó a este a abdicar al trono.
Lo hace a través de los ojos de otra estadounidense, Wally Winthrop, interpretada por Abbie Cornish, que vive en Nueva York en la década de 1990 y se obsesiona con la vida de una mujer con la cual tiene un parecido misterioso.
"Me siento y sentí atraída hacia gente muy creativa y es por lo que me casé con Sean Penn y Guy Ritchie, dos directores con mucho talento", dijo Madonna a periodistas después de la proyección a la prensa de "W.E".
"Ambos me animaron como directora y como persona creativa a hacer lo que hice, y ambos me apoyaron mucho", agregó la cantante, que lucía un vestido negro de manga corta con un ribete blanco.
Hubo aplausos para la película tras la primera proyección y una primera crítica, en el Daily Telegraph, dio a "W.E." tres estrellas de cinco.
"La versión (de Madonna) de sus vidas (de los Windsor) es una fantasía que no preocupará a los historiadores", escribió David Gritten. "Curiosamente, es un alivio después de tantos documentales rancios y pesados sobre esta fea pareja", añadió.
Paralelismos entre Madonna y Wallis
Madonna afirmó que veía paralelismos entre ella y Simpson, una mujer que fue vilipendiada por muchos por su papel en una crisis constitucional pero que es sensiblemente retratada en la película por Andrea Riseborough.
Como Simpson, Madonna es una mujer que vive su vida ante la mirada pública, y también una estadounidense que se mudó a Inglaterra durante varios años mientras estuvo casada con Ritchie.
"Me identifico con ella en que creo que es muy común que cuando la gente se convierte en famosa o en figuras públicas o en iconos a menudo somos reducidos a una grabación y se nos dan unos pocos atributos y luego no se te permite tener más que eso", sostuvo.
"Yo pasé por períodos de sensaciones como de ser una intrusa cuando me mudé por primera vez a Inglaterra", comentó.
Al ser consultada sobre por qué eligió a Simpson como tema, Madonna respondió:
"Estaba profunda y totalmente enredada con tratar de entender la razón por la que este hombre, el rey Eduardo VIII (...) renunciaría a esta gran posición de poder por amor".