Esta Nochebuena y durante la madrugada del domingo, 250 voluntarios de la Pastoral Universitaria de Santiago recibirán la Navidad junto a personas en condición de marginalidad, que viven en calles, plazas y hospederías, o que se encuentran enfermos en hospitales.
En un gesto de caridad cristiana, el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, inició este sábado sus actividades visitando al sacerdote Fernando Karadima, quien fue condenado por El Vaticano a una vida de penitencia y oración por abusos sexuales de menores.
En cumplimiento del dictamen eclesial, Karadima está recluido en el Convento de las Siervas de Jesús, en Santiago, y según Ezzati, si bien El Vaticano condenó al presbítero a una "vida de oración y penitencia", él "no está en la cárcel".
Pero la Navidad no pierde su carácter de fiesta, por lo que los niños esperan ansiosos esta noche o por la mañana abrir sus regalos, bajo el tradicional “Arbol de Pascua”.
Mientras, durante la jornada, apresurados y complicados padres circulan por tiendas y calles, a última hora, en busca del regalo que esté al alcance de sus presupuestos, para el minuto de alegría de los menores esta medianoche.
Las grandes cadenas comerciales aprovechan la fecha para sus “ofertas imperdibles” y los planes de crédito que “no se pueden rechazar”, incluidos bonos de subsidio a la compra de automóviles cero kilómetros o vacaciones “soñadas” en el Caribe.
Para quienes desean celebrar con la familia en torno a la mesa, qué mejor que una cena en un elegante restaurante de algún hotel de moda capitalino, que hasta por 300 dólares por persona ofrecen un atractivo menú, aunque hay ofertas también por 200 dólares.