Esta es la segunda misión en Afganistán del príncipe de 27 años, que en los próximos 10 días comenzará a volar en la agitada provincia de Helmand, dijo el ejército británico. Entre 2007 y 2008, Enrique sirvió en Helmand como controlador de tráfico aéreo.
Relajado y quizás algo cansado, el príncipe hizo una señal de aprobación con su pulgar el viernes tras un largo viaje en un vuelo militar desde Inglaterra hasta el Campamento Bastión de Gran Bretaña, una extensa base en el desierto cerca del poblado sureño afgano de Lashkar Gah.
El capitán Enrique de Gales, como se le conoce militarmente, lució su uniforme de combate y se unió a su unidad de 100 miembros: el Escuadrón 662 de la fuerza aérea.
Como parte del equipo de dos hombres en el Apache, Enrique será tanto copiloto como el artillero responsable de disparar los cohetes aéreos montados en un ala del Apache, misiles Hellfire dirigidos con láser y ametralladoras de 30 mm.
Gran Bretaña tiene unos nueve mil 500 soldados en Afganistán, principalmente basados en la provincia de Helmand, y ha sufrido 425 bajas desde que comenzó sus operaciones allí en el 2001.
"El príncipe Enrique, como cualquier soldado, considera un gran honor representar a su país en las fuerzas armadas de su majestad donde sea que se decida enviarlo", dijo el Palacio de St James en un comunicado.
Enrique no hizo comentarios al llegar a Helmand. No se espera que hable públicamente de su trabajo en las próximas semanas.