“Hay jugadores que aguantan hambre y se desmayan” es el titular en paginas interiores de Tiempo al referirse a la situación de los integrantes de este equipo que tiene su sede en el puerto de La Ceiba, costa atlántica del país.
“Aquí hay jugadores que no comen, llegan desde su casa a entrenar a las siete de la mañana y se nos desmayan”, denunció el carrilero derecho del Victoria, Wilmer Crisanto.
Los jugadores de dicho equipo paralizaron esta semana sus entrenamientos por un día, como medida de presión para que les normalicen el pago de sus sueldos, pese a que muchos de ellos no devengan ni el salario minimo establecido por la ley que es de 350 dólares.
Mientras, el mediocampista Miguel Castillo relató que el miércoles pasado reclamaron el pago puntual de sus salarios, la respuesta de la directiva fue que las puertas están abiertas para el que quiera salir del equipo.
“A mí los jugadores del Victoria no me van a sacar carrera, si no se presentan a los entrenamientos les voy a deducir los días que se pararon y si pierden ante Real Sociedad les pongo multa del 40 por ciento, no voy a negociar, ni hablar con nadie”, advirtió su parte el presidente de esa institución deportiva, Luis Sandoval.