Sergio Pérez sufrió este viernes con el calor agobiante en Interlagos, durante los entrenamientos del Gran Premio de Brasil, por lo que dijo que queda mucho trabajo para poder pensar en los puntos de cara a su última carrera con el equipo Sauber.
La alta temperatura de casi 50 grados, en el Autódromo José Carlos Pace, afectó el desempeño de las llantas y aunque en general todos los monoplazas los padecieron, la escudería suiza se vio más lenta al ubicar sus dos pilotos entre el sitio 12 y el 15, en ambas prácticas.
Fuera de la situación que padecieron con las gomas, el trabajo trazado ha sido completado, por lo que hay mucho que analizar para establecer una buena estrategia, no sólo para la calificación, sino también pensando en el domingo, cuyo pronóstico del clima da muchas posibilidades de lluvia.
"Fue un buen día, si tomamos en cuenta el programa que teníamos que cumplir. Hicimos una buena cantidad de trabajo, pero el calor no nos ayuda. El coche fue muy difícil de conducir esta tarde y creo que son necesarios grandes cambios", dijo Sergio Pérez.
El mexicano, quien marcó en los primeros libres 1:15.396 y en la segunda práctica 1:15.542, explicó que han podido observar que "la diferencia entre los dos compuestos de neumáticos es realmente marginal. Vamos a ver cómo podemos mejorar".
El equipo ha podido reunir mucha información sobre la puesta a punto y la fuerza aerodinámica, por lo que habrá trabajo de sobra en el garaje de Sauber, esperando que este sábado puedan meterse en los 10 primeros, para la calificación y pelear por los puntos necesarios para quitarle el quinto lugar a Mercedes en equipos.