Foto.- Agencia Xinhua
El gobierno de la Ciudad de México emitió hoy un "ultimátum" a los integrantes de la disidente Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), para que desalojen de manera voluntaria el Zócalo capitalino donde se encuentran en campamento desde hace dos meses.
Unos 5.000 integrantes de la CNTE mantienen tomado el Zócalo y han efectuado bloqueos de importantes vialidades en protesta contra una reforma educativo-laboral mpulsada por el gobierno federal que afecta sus condiciones de trabajo.
Miles de agentes de la Policía Federal (PF) y del agrupamiento de Granaderos (antimotines) mantienen tomadas las calles aledañas a la Plaza de la Constitución, la más grande e importante del país, en espera de la orden de desalojar por la fuerza a los manifestantes en caso de que no lo hagan voluntariamente.
Algunos inconformes han prendido fuego en el Zócalo con lo que encuentran a su paso, sobre todo madera, y otros cientos de ellos ya se replegaron a las calles aledañas, donde han levantado barricadas con mobiliario doméstico, como carpas (toldos), mesas y estructuras metálicas que han utilizado en su plantón.
Decenas de profesores de educación básica, que en su mayoría proceden de los estados de Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Puebla y México, así como de la capital del país, se resistían a levantar sus casas de campaña.
Otros portaban tubos y piedras, y se mantenían a la espera de la entrada de los policías federales y antimotines, quienes han ido cerrando los espacios y ganando terreno a los inconformes, rumbo a la recuperación del Zócalo, donde tradicionalmente se celebra el Grito de Independencia del país de la Corona española la noche del 15 de septiembre.