El papa Francisco tomó la decisión más audaz hasta el momento para reformar las finanzas plagadas de escándalos del Vaticano al crear un nuevo departamento con poderes más amplios que supervisará todos sus asuntos económicos y administrativos, dijo el lunes la Santa Sede.

El Secretariado para la Economía rendirá cuentas directamente al Papa y será dirigido por el cardenal australiano George Pell, actual arzobispo de Sidney.

El Papa también nombrará a un auditor con poder de supervisión, según un documento papal conocido como Motu Proprio -latín para "por su propia iniciativa"-, donde formaliza los cambios.

El secretariado será dirigido en sus decisiones de políticas por un Consejo para la Economía de 15 miembros que estará formado por ocho cardenales y obispos y siete expertos financieros laicos de todo el mundo.

La inclusión de los miembros laicos fue vista como una medida del Papa por traer a más expertos desde afuera al a menudo cerrado mundo de las finanzas del Vaticano para evitar reiterar escándalos que han afectado a la Santa Sede durante décadas.

En el Motu Proprio, el Papa afirma que la Iglesia debe ver sus posesiones y activos financieros "a la luz de su misión de evangelizar, con particular preocupación por los más necesitados".

Según los cambios, un departamento económico existente conocido como Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA) y que maneja los activos financieros e inmobiliarios, asumirá formalmente el rol del banco central del Vaticano.