Aunque las afectaciones físicas fueron aparatosas, los gobiernos de San Pedro Cholula y Cuautlancingo aseguraron que no hubo daños fuertes a viviendas por la lluvia de casi dos horas continuas que cayó la tarde-noche del martes.
El desbordamiento del Rabanillo puso en alerta a los cuerpos de socorro del ayuntamiento de San Pedro Cholula que se concentró en levantar la costalera que arrastró la corriente.
Elementos de bomberos, protección civil, apoyados por policías, agentes de vialidad, así como personal de obras y servicios públicos se metieron al agua para colocar los costales de tierra a las orillas del río.
Al mismo tiempo, pusieron en marcha un operativo para desviar el tránsito vehicular en el bulevar Forjadores de Puebla, a la altura del periférico ecológico que se inundaron cerca de dos horas.
Las lluvias provocaron el reblandecimiento y caída parcial de uno de los dos planteles del colegio Pedregal que se encuentran en las laterales del bulevar Forjadores, sin que se registraran pérdidas humanas.