Fabián Cruz Celestino, coordinador de Evaluación y Protección Ambiental, dijo que vender especies como biznagas, agaves, cactáceas y pinos “puede poner en riesgo de convertirlas en plantas en peligro de extinción, pues mucha de esta flora se extrae y comercializa de manera clandestina”.
Quienes se encargarán de la parte preventiva es la Reserva de la Biósfera Tehuacán-Cuicatlán (RTBC), que hasta ahora sigue impartiendo capacitaciones a personal de área de Fomento Comercial —administradores y alineadores— pues son ellos quienes se encargan de otorgar los permisos para el mercadeo de dichas plantas en la vía pública.
En dicha instrucción, que inició el pasado 6 de diciembre, se les muestra qué tipo de especies pueden ser comercializadas y cuáles no, con el fin de que durante sus recorridos puedan detectar alguna irregularidad, declaró Carlos Pizaña Soto, director de la RBTC, “dada la planeación a tiempo, nos permitirá que estas especies no lleguen a la venta”.
Posteriormente se desarrollará la segunda etapa, que es la de control, donde estarán colaborando la RBTC, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), el área de Fomento Comercial y Ecología y Medio Ambiente para implementar algunos operativos en los principales puntos de venta, como el mercado 16 de Marzo y La Purísima.
Las especies a la venta deberán tener una procedencia legal, es decir, que serán plantas de viveros autorizados, que no sean producto de la deforestación pero de ser así quien resulte responsable será consignado a la agencia del Ministerio Público federal, donde les pueden imponer una pena de uno a nueve años de cárcel y si se comprueba que las especies que fueron extraídas pertenecen a la reserva, serán tres años más.
Finalmente, invitó a la ciudadanía a que no adquiera este tipo de flora para las fiestas decembrinas y evitar dañar al medio ambiente.