Con la asistencia de pueblos invitados de la región norte del estado de Puebla, esta comunidad, la más grande del municipio de Zautla, rinde honor en estos días a su ancestral tradición náhuatl, a su poesía y canto, así como a la maestría de sus habitantes en el arte de la alfarería, que es reconocido en cada rincón de México.


Este viernes 27 de septiembre, la Gran Fiesta Patronal en honor a San Miguel Arcángel, que comenzó el pasado día 20 y que llegará al 29 del mismo mes, tuvo un sabor especial, a pasado vivo, a raíz prehispánica, que tienen su reflejo cotidiano, ya que en Zautla más de 60 por ciento de la población aún habla náhuatl.


Las actividades de ese día se realizaron todas en esta legua: canto, oratoria, poesía y bailables ancestrales se conjugan en la plaza principal de esta junta auxiliar de San Miguel Tenextatiloyan.


También las competencias recreativas, como la carrera de alfareros, cargando como en la venta diaria sus artesanías, se mezclaron con las festividades religiosas. Los invitados en esta edición de 2019, entre otros pueblos originarios, vinieron de los municipios de Zacapoaxtla y Zaragoza, a compartir la fe.


Los abundantes arreglos florales se vieron en el atrio de la iglesia principal y cohabitan con puestos de comida y juegos infantiles, aunque el principal atractivo de la fiesta es también la oferta de alfarería, pues casi cada casa es también un taller.


El mayordomo de Fiesta Patronal, Víctor Manuel Iglesias Parra, quien también es el presidente municipal, resaltó esta tradición y comunión de los habitantes y el festivo ánimo que tiene esta población: “el tema del hoy fue destinado a la lengua náhuatl, que es la lengua materna, pues somos una comunidad indígena… Alrededor de 60 por ciento de la población lo habla, desde pequeñitos, en todas las comunidades del municipio… Estamos promoviendo que nuestra lengua no se pierda, con las presentaciones que tuvimos”.


La parte de fe de esta fiesta, en este viernes en que todo se realizó en náhuatl, tuvo el acompañamiento de comunidades originales de otros municipios: “después de la misa, cada mayordomo (de los pueblos invitados) con sus imágenes y sus acompañantes nos siguen en procesión, saliendo aquí de la Iglesia de San Miguel, hasta llegar a la comunidad de El Tepeyac, que está a una distancia de 3 kilómetros… Y nos vamos en procesión, con las danzas y de las bandas”.

Tradiciones ancestrales


En la plaza principal de San Miguel Tenextatiloyan, se reunieron habitantes y pueblos invitados y la celebración en náhuatl la encabezaron las autoridades y la reina, Xel-Há Molina Mora, estudiante de derecho de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y una consumada recitadora y oradora en su lengua materna.


En entrevista, la joven destacó que con esta Gran Fiesta Patronal en honor a San Miguel Arcángel se buscó también rescatar la cultura, la raíz indígena, y sembrar entre las nuevas generaciones el amor por la lengua y costumbres originales, que “son un privilegio que se debe valorar”.


La celebración fue de lo solemne a lo lúdico. Hacia las 09:00 horas, se realizaron honores a la bandera y se dio la bienvenida a los elementos de la Guardia Nacional y los responsables de la Seguridad Pública de los municipios de la zona, en la Segunda Reunión Itinerante de Coordinación Regional para Construcción de la Paz.


Luego, llegó el colorido de la fiesta patronal con la participación de la danza de la comunidad de Rosa de Castilla, una solista y danza de la Junta Auxiliar de Chilapa de Vicente Guerrero, y luego la presentación de la reina, con poesía, canto y bailables.


Especial atención y entusiasmo despertó la carrera de alfareros, en las categorías para adulto mayor, adultos, mujeres, jóvenes y niños.
Los competidores hicieron gala de la destreza para cargar sus piezas artesanales, que llegan a pesar juntas hasta 20 kilogramos. Las risas y la alegría estallan siempre en quienes cruzan primero la meta.


La vida y su pasado en San Miguel estuvieron de fiesta este viernes y continuará así hasta el próximo 29 de septiembre, en esta población que está a hora y media de la capital poblana.