Expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), coincidieron en señalar que el socavón de Santa María Zacatepec en Puebla, es producto de la erosión natural provocado por el volcán Popocatépetl.

Durante la conferencia “Hablemos de socavones y otros fenómenos geológicos”, el investigador Rafael Antonio López Martínez indicó que los socavones pueden registrarse en cualquier parte, por ejemplo Guatemala, Puebla o la Ciudad de México, debido a un sinnúmero de situaciones.

El caso poblano, dijo, no es nada misterioso ni inusual, ya que se conoce perfectamente el proceso que lo generó, ahí hay un nivel freático y esas capas de suelo -que son erosionables- permiten la formación de los conductos horizontales.

Por su parte, Ramón Espinasa Pereña señaló que se observa que la parte superficial corresponde a los flujos de lodo generados a raíz de la erupción del Popocatépetl hace 850 años.

Esos flujos que cubrieron los depósitos piroclásticos del volcán Iztaccíhuatl, por lo que las capas son las que permiten el arrastre de partículas.

Señaló que parte de la erosión se debe al desgaste interno de las partículas finas que se encuentran dentro del suelo y que con el paso del tiempo provocan colapsos y hundimientos llamado “sufusión” (o piping) provocado por el agua subterránea.

Los expertos del Instituto de Geología de la UNAM, señalaron que en cada una de esas capas se aprecia una serie de cavidades por donde fluye o ha fluido agua en algún momento, lo que permite el arrastre de partículas. 

El experto Espinasa Pereña, descartó que la sismicidad del volcán Popocatépetl tenga alguna relación directa con la formación del socavón poblano.

Además indico que para impedir que siga evolucionando podrían estabilizarse las laderas; sin embargo, es un procedimiento costoso, tampoco sería funcional rellenarlo pues no serviría de nada porque cualquier material sería erosionado.

“Lo más probable es que haya que dejar que siga evolucionando y eventualmente las laderas se harán menos inclinadas; con ello el socavón dejará de crecer”, subrayó.

Dijo que por tratarse de un fenómeno que se desarrolla por debajo del suelo y evoluciona hacia la superficie sin que se perciba, no se puede predecir el momento del colapso.

Finalmente la especialista, Wendy Rodríguez, destacó que también se deben analizar otras condiciones las cuales favorecen que este tipo de fenómenos alcancen a la población cercana a la zona del socavón de Puebla.

“Lo importante es determinar si en algún momento esta situación pudiera volver a presentarse, puesto que la zona tiene las características para formar este tipo de fenómenos”, dijo.