En los trabajos de rehabilitación de las escalinatas del Pocito en la Pirámide de Cholula, fueron descubiertos vestigios prehispánicos, sin embargo no se frenará el proyecto de rescate.
Restos de braseros prehispánicos y una escultura del dios Tláloc fueron hallados, confirmó Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y la arqueóloga Catalina Castilla Morales, designada para la supervisión de los trabajos de rehabilitación.
De acuerdo a la dependencia federal, el primer descubrimiento en esta escalinata, ubicada al costado oriente de la Gran Pirámide de Cholula, es un núcleo de adobe que correspondería al relleno de la quinta etapa del basamento, fechada hacia finales del periodo Clásico en esta región (100-600 d.C.)
Para la especialista otro descubrimiento relevante es el de la preforma de una escultura cilíndrica en piedra blanca, de 30 centímetros de altura, que representa a Tláloc, dios de la lluvia, reconocido por sus características anteojeras y por el diseño de sus colmillos.
Resaltó que los fragmentos de los braseros y la escultura se resguardarán en un laboratorio temporal. Una vez concluido el proyecto, serán entregados al Centro INAH Puebla.
En diciembre de 2022, bajo la supervisión de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del INAH, se inició la rehabilitación de la Escalinata del Pocito, y estos trabajos han dado pie a relevantes hallazgos arqueológicos, según el Instituto.
“A pesar de que ya no tenemos la fachada ni el enlucido de la sexta etapa de la pirámide, estos núcleos insinúan la forma que el edificio habría tenido”, explicó Toledo Mendieta.
Así –dijo- en un espacio que se propone fue un descanso en el talud del Tlachihualtépetl o “Cerro hecho a mano”, en náhuatl, se localizó una acumulación inusual de material cerámico que, una vez analizado, probó corresponder a restos de braseros prehispánicos.
“Aún no se ha determinado su antigüedad y si tenían una función ritual o se trataba de luminarias de la pirámide, pero es claro que hubo un uso sostenido del fuego en este sitio y que, al momento en que uno de los braseros se quebraba, en vez de retirarlo, colocaban otro encima de él”, agregó.
El INAH consideró que la Escalinata del Pocito –cuyo nombre deriva de una capilla que, según la tradición, fue erigida sobre una fuente de agua milagrosa– reporta 70 por ciento de avance en su rehabilitación, emprendida para atender los daños derivados del sismo de 2017 y por el paso del tiempo.