Después de recibir en 2007 un partido fracturado, Beatriz Paredes entregará el viernes a su sucesor, Humberto Moreira, un PRI unido, consolidado como primera fuerza política, que encabeza 62 por ciento de los gobiernos municipales del país y que gobierna 19 de las 32 entidades.

A cuatro años de encabezar el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Paredes Rangel es reconocida como la dirigente que logró "unir" al tricolor después de la ruptura interna que dejó la disputa por la candidatura presidencial en 2006.

La tlaxcalteca es la lidereza que logró, después de siete años de debacle del partido, reposicionarlo como un instituto político con capacidad de disputar la Presidencia del país, e incluso augurar su regreso a ella en 2012.

"Lo primero que deja Beatriz es la recuperación del partido. La recuperación de su capacidad de competencia. Es el principal logro que podemos adjudicar a Paredes", opinó el presidente de la Fundación Colosio, Marco Antonio Bernal.

Aunque los priistas prefieren no dar nombres, señalan que los antecesores de Paredes Rangel "confundieron los liderazgos con las ambiciones políticas", pues priorizaron sus aspiraciones personales a las del partido.

Después de la pérdida de la Presidencia en 2000, la situación de fractura y prioridad de intereses personales en el partido se plasmó en la caída electoral del PRI en 2006, acotó Bernal Gutiérrez.

Cuando Paredes asumió la presidencia del PRI con Jesús Murillo Karam como secretario general el Revolucionario Institucional era tercera fuerza en el Congreso de la Unión, con apenas 104 diputaciones federales, y gobernaba 14 entidades.

Sobre todo, comentó Marco Antonio Bernal Gutiérrez, enfrentaba una fractura y conflictos internos derivados de la contienda presidencial de 2006, donde Roberto Madrazo no logró ganar en ninguna de las 32 entidades.

Frente a ese panorama, consideró que el principal reto que Beatriz Paredes enfrentó como presidenta del CEN fue unir al partido; el segundo, reposicionarlo como fuerza política capaz de competir electoralmente; y tercero fortalecer sus instituciones internas. "En esos tres frentes el balance es positivo".

De acuerdo con el "Informe de gestión del CEN del PRI de 2007 a 2011 de la Presidencia", con Paredes se logró pasar de 104 en 2006 a 237 curules en San Lázaro en 2009, lo que transformó al tricolor en primera fuerza en el Congreso.

En los estados logró gobernar 19 entidades gracias a los triunfos de las contiendas electorales de esos cuatro años.

Mientras de acuerdo con el último reporte de la Federación Nacional de Municipios de México (Fenamm) logró cerrar 2010 gobernando seis de cada 10 municipios del país; es decir mil 510 de los dos mil 440, lo que representa gobernar 61.4 millones de mexicanos que radican en esas localidades.

Los cuatro años que Beatriz Paredes Rangel y Jesús Murillo Karam encabezaron el CEN se disputaron 23 contiendas para gobernador.

En mayo de 2007 el PRI arrebató el gobierno de Yucatán al PAN con Ivonne Ortega, pero Jorge Hank Rhon perdió en Baja California ante el panista José Guadalupe Osuna Millán y en Michoacán Jesús Reyna García no pudo ganar al perredista Leonel Godoy.

En ese año, el PRI logró crecer en estados como Chihuahua, Durango, Zacatecas, Aguascalientes, Oaxaca, Veracruz, Chiapas, Puebla, Tlaxcala y Sinaloa, donde se renovaron congresos y cabildos. Así se colocó como primera fuerza en esas entidades.

Posteriormente, en 2008 remontó en las elecciones de congresos y ayuntamientos en Baja California Sur, Quintana Roo, Hidalgo, Nayarit, Guerrero, Coahuila e Hidalgo.

De acuerdo con el reporte de gestión, en 2009 la dirigencia de Paredes recuperó del PAN el gobierno en Querétaro, con José Calzada Rovirosa, y en San Luis Potosí con Fernando Toranzo Fernández.

Ese año también ganó en Campeche con Fernando Ortega Bernés, en Colima con Mario Anguiano Moreno, y en Nuevo León con Rodrigo Medina de la Cruz. Sin embargo, perdió el gobierno de Sonora ante el panista Guillermo Padrés Elías.

Durante 2010 ganó nueve de las 12 gubernaturas en disputa. Quitó al PRD el gobierno de Zacatecas, y al PAN los de Tlaxcala y Aguascalientes con Mariano González y Carlos Lozano.

Además retuvo Chihuahua con César Duarte Jáquez; Durango con Jorge Herrera, Hidalgo con Francisco Olvera, Quintana Roo con Roberto Borge, Tamaulipas con Egidio Torre Cantú, y Veracruz con Javier Duarte.

Pero dejó de gobernar a 11 millones de habitantes en Puebla, Sinaloa y Oaxaca, al perder sus abanderados ante los candidatos aliancistas Rafael Moreno, Marío López Valdés y Gabino Cué, respectivamente.

Las últimas elecciones que Paredes Rangel y Murillo Karam enfrentaron fueron las de Guerrero y Baja California Sur, donde los abanderados a los gobiernos por el PRI perdieron.

"Hemos crecido en casi todos los estados", consideró el ex diputado federal Marco Antonio Bernal. En algunas entidades éramos la tercera fuerza, "perdimos unas, ganamos otras, pero el monto total de la votación del PRI creció considerablemente. Sí hubo un alto crecimiento del partido".

Con la recuperación en los últimos cuatro años de los gobiernos estatales de Yucatán, Aguascalientes, Querétaro, San Luis Potosí y Tlaxcala, que encabezaba el PAN, y Zacatecas, que tenía el PRD, el PRI "demuestra que desde la oposición puede también obtener legítimas victorias", advirtió el reporte de gestión del CEN.

Toda vez que también se logró recuperar capitales como Mérida, Aguacalientes, Morelia, La Paz, Chilpancingo, Zacatecas y Chihuahua, entre otras.

Con Paredes Rangel, acotó Marco Antonio Bernal, se superaron conflictos internos, "aprendimos que nos afecta la división. La presidenta del partido hizo cabeza de un movimiento que se gestó en el propio partido. Contribuyeron ella, los gobernadores, los sectores, las dirigencias, las cámaras".