El gobierno mexicano, encabezado por Felipe Calderón, declaró ayer que sí había autorizado al dispositivo no tripulado volar sobre el territorio nacional para recolectar información sobre traficantes de droga, pero insistió que las operaciones estaban bajo su control.
El avión no tripulado habría de volar México, principalmente la frontera con Estados Unidos, para obtener información por pedido del propio gobierno mexicano.
Los vuelos son tan solo una acción más de las muchas que el gobierno de los Estados Unidos ha realizado para expander su guerra contra las drogas, y su influencia en la política exterior de los países involucrados, y hay que recordar que el mismo país angloparlante está entrenando las policías especiales y los cuerpos militares de México.
Mientras, para los gobiernos de ambos países, los dispositivos no tripulados son particularmente útiles para alcanzar varios objetivos en la lucha contra el crimen, y han incrementado las capacidades y tecnologías de las autoridades mexicanas.
Sin embargo, diversos políticos han criticado el papel que las agencias de Estados Unidos han tomado en territorio mexicano. La semana pasada, el Senado mexicano cotó para enviar a través del embajador mexicano en EU, Arturo Sarukhan, cuestionar al gobierno de Obama el por qué los agentes estadounidenses en México tienen derecho a portar armas.
El senador mexicano, Luis Alberto Villareal, dijo que involucrar directamente a EU en las problemáticas mexicanas violan la confianza y sobaja la soberanía nacional.
Más de 35,000 personas han muerto desde que el presidente Felipe Calderón arrancó esta ofensiva contra los cárteles de la droga.