En México 29 por ciento de las mujeres ha vivido violencia laboral, de ellas 33 por ciento se desempeñaba en dependencias públicas, reveló la asesora principal en género del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Itzá Castañeda.

Al participar en la inauguración del Tercer Seminario Internacional de Cultura Institucional, dijo que para el PNUD la igualdad de género es una precondición para el desarrollo económico, social y político del país.

“México se consolidará como un Estado democrático cuando estas cifras no se sigan reportando, mientras, podremos tener democracia electoral, podremos tener participación, pero democracia plena con estas cifras todavía no”, consideró.

Señaló que otro dato que muestra la falta de equidad de género en el país se muestra en el índice de competitividad social calculado por el PNUD, que indica que la participación de las mujeres mexicanas en la esfera económica es de 41 por ciento del total de la población femenina, mientras que de los hombres es de 76 por ciento.

“Es decir, que en violencia, en participación económica, en participación política todavía tenemos un camino que recorrer para cumplir con los Objetivos de los Acuerdos del Milenio número 3”, señaló.

En el Salón “José María Morelos y Pavón” de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), dijo que en el ámbito de la administración pública, todavía México está lejos de cumplir la cuota de género.

En ese sentido, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres explicó en entrevista que existen dos aspectos en los que el país tiene dificultades para cumplir con las Metas del Milenio para 2015 que son: participación política y mortalidad materna.

Dijo que en materia de participación en la esfera política son los partidos políticos los responsables de que no se cumpla la cuota de género, pues a pesar de que existe una legislación al respecto buscan formas de simulación y de evadir la ley.

En cuanto a la mortalidad materna, indicó, se han hecho grandes esfuerzos para disminuir este índice, pero aún se ubica en 49 mujeres por cada 100 mil y la meta marca 25 por cada 100 mil.

Agregó que existen factores que han impedido avanzar en este tema como la creencia de que en las zonas rurales es donde se presentaba el mayor número de decesos de mujeres, por lo que se realizó una intensa capacitación de parteras y se dotó de equipos.

Sin embargo, se comprobó que la mayor incidencia se presenta en hospitales de zonas urbanas, a lo que se suma el hecho de que la influenza provocó el deceso de mujeres embarazadas lo que afectó la tendencia a la baja que ya se tenía.