Indicó que este año detectaron poco más de 550 tomas de esa naturaleza, que han ocasionado pérdidas a la paraestatal por más de tres mil millones de pesos, que corresponderían a más de 30 mil barriles diarios y 100 autotanques por día.
Señaló que la problemática es más aguda en donde existe mayor proporción de ductos y éstos se localizan en los estados del noroeste del país.
Puntualizó que en Sinaloa el problema se registra en mayor magnitud con el ducto que va de Topolobampo a Culiacán y algo en el ducto que va de la terminal de Mazatlán.
En cuanto a la posible participación de trabajadores de Pemex en ese ilícito, dijo que “si bien es algo que daña especialmente a las comunidades en las que operamos, por los riesgos que implica, lesiona a la empresa en cuanto al patrimonio de los mexicanos”.
Además, “daña a los que trabajamos en la empresa, no nada más por problemas de percepción, sino hemos tenido ya compañeros que han muerto combatiendo fugas por tomas clandestinas”, reveló.
Dio a conocer que se han descubierto a 15 ex trabajadores de Pemex a quienes se les ha seguido un caso de investigación y de ellos, a cinco se les encontró responsabilidades y ya fueron condenados a prisión.
Citó que un ejemplo de ello, fue uno de los líderes de una de las bandas más importantes de robo de combustible, que cayó el año pasado, era un ex trabajador de Pemex.
“En síntesis, no podemos asegurar que no haya algún tipo de relación de nuestros trabajadores, pero coadyuvamos con las autoridades en todo lo posible y los primeros que nos sentimos agraviados al respecto somos los que estamos ahí”, apuntó.
Suárez Coppel señaló que el combustible que se extrae clandestinamente es utilizado, tanto por la delincuencia común como por el crimen organizado.
En relación con las acciones de Pemex contra ese delito, comentó que buscan perfeccionar los métodos de medición y de detección de las tomas clandestinas.