A un año de permanecer en tierra, el reinicio de operaciones de Mexicana de Aviación se complica cada vez más; para algunos, una posible solución sería el rescate por parte del gobierno o bien, la venta de la marca a otra compañía aérea.
Para el director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tecnológico de Monterrey Campus Estado de México, José Luis de la Cruz, el rescate por parte del gobierno federal debió ser la primera opción desde que la aerolínea suspendió operaciones y entró en concurso mercantil, porque así se habría evitado su deterioro.
“Si se quiere lanzar de nuevo deberá de contar con un apoyo financiero del sector público, porque de otra manera conforme el tiempo pase se pierde la oportunidad de rescatarla”, apuntó.
El 28 de agosto de 2010, Mexicana de Aviación anunció el cese de sus vuelos, así como de sus filiales Click y Link, debido al grave detrimento en sus finanzas, el cual atribuyó a los costos laborales.
Durante el mismo mes, Nuevo Grupo Aeronáutico (NGA) informó que había vendido a Tenedora K, empresa constituida por empresarios mexicanos, 95 por ciento de las acciones, y que el resto estaba en manos de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA).
Para el 8 de septiembre del periodo mencionado, se informaba que había entrado a concurso mercantil, otorgándole 185 días hábiles, para que reestructurara la deuda que tiene con sus acreedores y evitar la quiebra de la empresa.
En noviembre, el Instituto Federal de Especialistas de Concurso Mercantiles (IFECOM), publicó la lista definitiva de acreedores, la cual, ascendía a 24 mil 374 personas, así como un pasivo de 11 millones de pesos.
Tras varias negociaciones, el entonces conciliador y administrador de la aerolínea, Gerardo Badin y Javier Christalieb, respectivamente resolvieron a favor de la propuesta presentada por PC Capital, sin embargo, fue desechada ante la falta de los 250 millones de dólares, recursos necesarios para reiniciar operaciones.
Actualmente, continúan en el proceso de reestructura Altus Prot, Iván Barona y Avanza Capital, quienes se han comprometido a presentar el capital entre el 29 y 31 del presente mes.
Sin embargo, el director Regional para América Latina de Coface, Bart Pattyn, considera que entre los interesados en la reestructura de la firma no existe un candidato con la experiencia en el manejo de una aerolínea ni con los recursos suficientes para reiniciar operaciones.
“Dentro del mercado mexicano no hay candidatos con experiencia en aviación y que tenga el suficiente poder adquisitivo que pueda hacer la inversión para reactivar la empresa. A nivel global sí hay, pero está prohibido por la legislación mexicana”.
Hasta antes de suspender vuelos, la aerolínea cubría 42 rutas, 12 destinos domésticos; 15 a Estados Unidos; cuatro a Centroamérica, Sudamérica y Canadá; dos a Europa y uno al Caribe.
Tras la salida de Mexicana, cada uno de los destinos ha sido cubierto por firmas nacionales e internacionales, lo cual complica el posible reinicio de Mexicana de Aviación.
“El atractivo de la aerolínea, es decir, sus rutas, se han venido perdiendo, lo que puede impactar en el interés de los inversionistas. Pero existe viabilidad, porque hay un elevado número de pasajeros que buscan usar los servicios de la aerolínea”, dijo José Luis de la Cruz.
Pesé a que el reinicio de operaciones en el corto plazo se ve complicado, ambos especialistas coincidieron en que el mercado aéreo del país requiere de una mayor oferta tanto a nivel nacional como internacional, ya que con ello se estaría registrando una disminución en las tarifas de las aerolíneas activas.
Pero tras los fallidos rescates de Mexicana de Aviación, lo más recomendable para que la aerolínea retome el vuelo es vender sólo la marca de la empresa a otra compañía aérea, ya sea nacional o internacional, señaló Bart Pattyn.
Esto, debido a la coyuntura económica por la que atraviesan algunos países y que pudiera afectar a nivel nacional, así como a los inversionistas interesados en la línea aérea.
“Con la recesión financiera que existe a nivel mundial, pareciera que los que están dispuestos a entrarle al rescate, (.) no quieren arriesgar su propio patrimonio”, mencionó José Luis de la Cruz.
Por lo que, pesé a los intentos de rescatar a la empresa aérea durante 12 meses, su reinicio es cada vez menos factible, afectando así a ocho mil trabajadores quienes laboraban en Mexicana de Aviación.