En total, 110 personas murieron por la violencia, 46 de ellos civiles, informó elObservatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH). "Tanques y transportes de tropas de Bashar Al Assad con centenares de soldados tomaron por asalto Jirbet Ghazale, en Deraa, en medio de intensos tiroteos", poco después de que esta localidad fuera bombardeada, agregó.
"El bombardeo dejó decenas de heridos pero no tenemos ayuda médica para curarlos", aseguró a la AFP un militante que se hizo llamar Bayane Ahmad.
La violencia dejó muertos en las provincias de Hama y Homs (centro), Deir Ezzor(este), Idleb (noroeste), Damasco y Alepo (norte) luego de que el jueves más de 200 personas, en su mayoría civiles, fueron asesinados en Treimsa.
Una misión de observación de la ONU indicó que ese ataque, calificado por la oposición siria y parte de la comunidad internacional como una "masacre", "parecíadirigido contra grupos y viviendas específicas, en su mayoría de desertores y militantes".
"Había charcos de sangre y manchas en las habitaciones de varias viviendas, así como casquillos", señaló en un comunicado Sausan Ghosheh, vocera de la comitiva.
"El equipo de la ONU pudo ver una escuela incendiada y casas dañadas, con rastros de incendio en cinco de ellas", agregó, subrayando que "numerosos tipos de armas fueron utilizados, principalmente artillería, morteros y armas ligeras".