Andrés Manuel López Obrador dará inicio a una serie de protestas por la decisión del Tribunal Electoral de México de validar el triunfo de Enrique Peña Nieto en la elección presidencial.
"No puedo aceptar el fallo" porque "las elecciones no fueron ni limpias, ni libres, ni auténticas", aseguró el dirigente izquierdista, quien sostuvo que no reconocerá "un poder ilegítimo surgido de la compra del voto y de otras violaciones graves a la Constitución y a las leyes".
AMLO anunció que la campaña "por la vía pacífica" comenzará con una concentración de sus seguidores en el Zócalo de Ciudad de México para definir los pasos a seguir en la "defensa de los derechos individuales y sociales de los ciudadanos".
"Actuar de otra manera implicaría traicionar a millones de mexicanos que luchan contra la simulación, la farsa, y a favor de un cambio verdadero", agregó López Obrador, quien fue postulado por la alianza Movimiento Progresista, encabezada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD).
En contraposición, el presidente del PRD, Jesús Zambrano, declaró que dirigientes de izquierda refrendaron "una posición de respeto a la ley y el Estado de derecho", en alusión al fallo del Tribunal Electoral. "Hay una sentencia inatacable del Tribunal y somos respetuosos del Estado de derecho", afirmó Zambrano.
Añadió que los gobernadores de su partido "tienen responsabilidades institucionales que asumir; tienen por supuesto que sentarse a buscar las mejores condiciones tanto en lo que le queda a este gobierno del presidente Felipe Calderón como en lo que tiene que ver con el próximo gobierno".
Ante la expectativa por la convocatoria de López Obrador a la "desobediencia civil", consideró que el ex candidato "no va a convocar movilizaciones y va a seguir desplegándose por vías pacíficas y de respeto a la ley, como ha hecho desde julio".