El poeta mexicano Javier Sicilia llegó hoy a Washington al frente de la Caravana por la Paz con la que durante casi un mes ha recorrido Estados Unidos y que tendrá en la capital norteamericana su última y más política etapa.
Un total de 110 activistas arribó en horas de la mañana junto con el poeta y líder del mexicano Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad a Washington y el grupo se instaló en una iglesia local que será su centro de operaciones durante los tres días que permanecerán en la capital estadounidense.
En declaraciones a la agencia dpa, Sicilia, que estará en la capital hasta el miércoles, manifestó su esperanza de poner durante su estancia en Washington en la "agenda política" del país, en plena campaña electoral, la temática de la paz y el conflicto de la violencia que ha generado en México la guerra contra las drogas, proceso en el que Estados Unidos juega parte como principal consumidor de narcóticos, por la venta indiscriminada de armas y el lavado de dinero, entre otros.
"Interesaría mucho poder poner en la agenda política, sobre todo en las elecciones, en la agenda de la administración de (Barack) Obama, el problema de la paz, el asunto de la paz y el problema de la guerra más bien", explicó Sicilia.
Un problema que, destacó, tiene innumerables "aristas" como "la regulación de las drogas, el control de las armas, el ataque frontal al lavado de dinero o políticas no discriminatorias frente a esta guerra que está generando mucha discriminación entre las poblaciones afroamericanas y latinas" en el propio Estados Unidos, recordó.
Para ello, la Caravana por la Paz, que salió el 12 de agosto de la ciudad fronteriza de Tijuana y que, tras recorrer una veintena de ciudades concluirá este miércoles 12 de septiembre en Washington, tiene agendada en la capital estadounidense numerosas citas sociales y políticas.
La primera actividad tendrá lugar este mismo lunes en la sede del principal sindicato estadounidense, AFL-CIO, que les proporcionará una bienvenida al grupo para, acto seguido, iniciar una de las primeras marchas de la semana, que pasará por delante de la Casa Blanca en dirección hacia Freedom Plaza, donde Sicilia y otros activistas tomarán la palabra.
Mañana martes, el reonombrado Wilson Center acogerá a Sicilia en una charla sobre la problemática de la violencia en México y los esfuerzos por la paz que se realizan.
La estancia de la Caravana en Washington coincidirá con una nueva audiencia legislativa sobre el controvertido programa "Fast and Furious" (Rápido y Furioso), que permitió la venta y entrada ilegal de armas a México para su posterior -y fracasado- rastreo de líderes del narcotráfico en el país vecino. Sicilia y otros miembros de la caravana previsiblemente se pronunciarán este martes sobre el tema.
La estancia de la Caravana en Washington y en Estados Unidos concluirá este miércoles con una rueda de prensa en el Senado y una posterior gran vigilia, la "Procesión de la Paz", en horas de la noche.
Antes, sin embargo, la Caravana espera poder hacer otro gesto más espectacular.
Según explicó hoy Sicilia, espera poder hacer llegar a la Casa Blanca partes de una de las dos armas, un AK47 y una de 9 milímetros, que pudieron adquirir sin control alguno durante el paso de la Caravana por Houston, Texas.
"Compramos armas como si fueran dulces", lamentó Sicilia, que señaló que el objetivo era "mostrar lo fácil que es comprar armas de exterminio" en Estados Unidos, algo que calificó como "muy grave".
Especialmente el caso del arma de 9 milímetros, que fue adquirida "sin ningún permiso y por una extranjera, no le pidieron nada", subrayó.
Un día más tarde, también en Houston, ambas armas fueron destruidas con una sierra eléctrica como un "gesto de desarme, pues eso es lo que tienen que hacer con las armas de exterminio". Los trozos fueron colocados en bloques de cemento que han traído hasta Washington para dejarlos "simbólicamente" en la Casa Blanca y en la embajada mexicana.
"Llevamos una (a la embajada) para que se conserve como un símbolo de lo que esperamos de nuestro gobierno de camino a la paz, y pedirle a la embajada que lleve la otra a la Casa Blanca como un signo de la búsqueda de la paz", explicó Sicilia.