El Real Madrid dio un paso en firme hacia los octavos de final de Liga de Campeones, con un triunfo contundente en su visita al Ajax (1-4), en una nueva resurrección de Kaká en plena exhibición de Cristiano Ronaldo de su mejoría física, para marcar un nuevo 'triplete'.
Optó José Mourinho por la opción que menos daño hace al Real Madrid. El pulso con Sergio Ramos le dejaba la responsabilidad de decidir. El castigo de la suplencia perjudica al equipo. El andaluz está instalado por mérito propio entre los mejores centrales del mundo. Así que el técnico portugués apostó por la normalidad en una semana de incendio que se cierra en el clásico del Camp Nou.
Ramos fue titular en un once con cinco novedades. El duelo ante el Barcelona está en la cabeza de todos y jugadores como Ángel Di María, Luka Modric y Mesut Özil descansaron de inicio. Se 'colaba' en el once Kaká con una nueva resurrección. Verse fuera del Real Madrid le ha abierto los ojos. Su trabajo en silencio le da sus frutos y tras exhibirse en el Trofeo Santiago Bernabéu, tuvo minutos ante el Deportivo y fue titular en Amsterdam.
Lo aprovechó Kaká, mejor físicamente que nunca. Estuvo en la creación de las acciones ofensivas de un Real Madrid dueño del partido. El ímpetu del Ajax se frenaba desde la irrupción de Boerrigter a los tres minutos y un centro que no encontró rematador. Cristiano asumió el peso del remate. Lo intentó hasta que marcó. En el 'grupo de la muerte' no está permitido el fallo y el conjunto madridista camina firme.
La valentía del Ajax y su brillantez técnica se empequeñeció cuando el Real Madrid se adueñó del balón. Cristiano chutaba sin ver puerta, cabeceaba a las manos de Vermeer y el portero se iba ganando protagonismo a base de paradas. Le sacó un potente disparo a Kaká y otro a Marcelo.
El Ajax pedía un tiempo muerto a gritos. Hasta parecía aliarse con un hecho inédito, dos balones se pincharon en tan solo tres minutos. El premio a la personalidad madridista llegaría antes del descanso. En una de esas transiciones que tan bien interpretan. Fue Benzema quien explotó su velocidad por el costado izquierdo, dejó un recorte exquisito antes de tener fortuna en un mal centro, que tras rebotar en tres defensas, cayó a Cristiano que solo tuvo que empujarla a la red.
Había inventado el primero y asumió el protagonismo en el segundo. Nada más reanudarse el partido, en un contragolpe fugaz, Kaká puso el centro blando a la llegada de Benzema que la rompió con una plástica 'tijera'.
Restaban 42 minutos en los que el Real Madrid podía medir esfuerzos antes del clásico del fútbol español. No supo hacerlo. Se le da mal pasar a un fútbol control con menos verticalidad. Y entre Vermeer, con una mano abajo a un disparo cruzado de Cristiano, y Casillas, resucitaron al Ajax.
Un saque de esquina repleto de rosca de Eriksen, encontró la duda del capitán madridista que cuando reaccionó vio como la pelota le pasaba por debajo de las piernas tras cabecear Moisander. Minutos de dudas que pudieron acabar en empate si Hoesen no hubiese rematado a las nubes con todo a su favor un centro de Blind, pero que terminó en goleada cuando Cristiano sacó a relucir su demoledora pegada.
Kaká estaba empeñado en firmar una gran noche. Mourinho recurría a Di María porque el partido comenzaba a romperse y los espacios aparecían. Es el escenario perfecto para Cristiano. Benzema y Di María seguían haciendo trabajar al portero del Ajax, que nada pudo hacer ante el disparo ajustado al palo de Ronaldo desde treinta metros. Y menos aún ante el mano a mano, tras pase de Khedira, en el que el portugués picó el esférico a la salida de Vermeer para llevarse un nuevo balón a casa con otro 'hat-trick'.
El Real Madrid camina con firmeza en el 'grupo de la muerte', que lidera para evitar sustos. Con incendios fuera del terreno de juego, recupera la estabilidad deportiva. Cuatro triunfos consecutivos son el mejor impulso para afrontar la visita al Camp Nou. Tras la goleada europea, el clásico asoma.