La elevada inflación de México, presionada principalmente por los altos precios de los alimentos de consumo básico, impedirán que las cifras de pobreza extrema en el país disminuyan durante 2012 respecto a 2010, afirmó la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena.

Durante la presentación por videoconferencia del informe Panorama social en América Latina, la líder del organismo internacional dijo que la también denominada indigencia (pobreza extrema) mantendrá un nivel de 13.3 por ciento de la población en 2012, situación similar que la de 2010.

Lo anterior contrasta con la mayoría de los países de la región que que han visto disminuir de manera significativa los niveles de pobreza extrema.

Bárcena dijo que en el caso de la pobreza general en México, dadas las cifras de crecimiento económico, desempleo e ingreso per capita, podría disminuir un punto porcentual en 2012 y pasar de 36.3 por ciento en 2010 a 35.3 por ciento el año en curso.

"Pensamos que la pobreza podría disminuir un punto porcentual respecto a 2010, pero la indigencia no disminuirá a ese ritmo porque el índice nacional de precios al consumidor sigue alto", comentó la funcionaria del organismo.

Los niveles de pobreza han disminuido de manera lenta en los últimos 10 años, pues hace una década 39.4 por ciento de la población de encontraba en esa condición; en cuanto a la indigencia ésta ha aumentado, ya que se encontraba en 12.6 por ciento.

Las estimaciones de la Cepal indican que para 2012 estas cifras pasarán a 35.3 y 13.3 por ciento, respectivamente.

Lo anterior contrasta con Brasil, que en 2011 tenía a 37.5 por ciento de su población en pobreza y a 2011 disminuyó a 20.9 por ciento, en el caso de la extrema pasó de 13.2 a 6.1 por ciento.

Bárcena comentó que en los últimos años un factor que ha apoyado la disminución de este flagelo en la región es la mayor canalización de gasto social.

En promedio, América Latina destinó para gasto social 18.6 por ciento como proporción del producto interno bruto.

Aunque México ha hecho esfuerzos en los últimos años por incrementar los recursos para el gasto social, apenas representa 11.3 por ciento de su PIB, lo que lo pone por debajo de la media de la región.