Al exponer el posicionamiento del Partido Revolucionario Institucional (PRI) sobre el cuarto paquete de las leyes secundarias en materia energética, precisó diversos puntos sobre este asunto que propone reformar, adicionar y derogar diversas disposiciones de las leyes Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, y General de Deuda Pública.
En este sentido, el senador por Hidalgo y presidente de la Comisión de Energía indicó que es preciso recordar e insistir que con la reforma energética Pemex y CFE tendrán que competir en igualdad de condiciones con otras empresas que operan en mercados abiertos, “no monopólicos y que optimizaron sus condiciones laborales”.
Explicó que en esa perspectiva se introduce en esta minuta la “posibilidad” de que el gobierno federal asumiera parte del pasivo de pensiones y jubilaciones de Pemex y CFE, bajo las premisas de que haya una reforma a los sistemas en el rubro de ambas instituciones”.
“Es decir, estamos generando los incentivos correctos. La función de ese pasivo podría llegar hasta el equivalente de 30 por ciento de lo estimado (1.7 billones de pesos en ambas empresas), ya que no se trata de una deuda financiera sino de carácter actuarial sujeta a contingencias”, explicó.
Indicó que este tema no es mandatorio sino opcional y sujeto al acuerdo entre las empresas y los trabajadores, pero generó en los días anteriores un debate por los opositores de esta reforma que son los partidos de izquierda, como PRD y PT en el Senado y Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados.
“Sostuvieron como uno de sus principales argumentos que el gobierno, los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Verde Ecologísta de México (PVEM) querían desmantelar y destruir a Pemex y CFE”, recordó.
Les preguntó ¿cómo conciliar la intensión de desmantelar y de destruir a Pemex y a la CFE mediante su fortalecimiento financiero, como nunca antes en la historia, con la creación de condiciones que les haría más fuertes y competitivas?.
El senador priista reprochó a los opositores que rápido se les olvida que una de las iniciativas principales que suscribieron, era justamente la de solucionar el pasivo laboral de Pemex sin que su planta laboral actual cargara con las consecuencias de ello.
Recordó que esta propuesta la presentó el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y la izquierda el 20 de agosto de 2013, ya que propone la absorción total del pasivo laboral y no solo una parte, 30 por ciento, cómo se presenta en esta minuta y solo como posibilidad y sujeta a condiciones.
“Que contradictorio que quienes sostienen la falsa intensión de la privatización de Pemex y de CFE respalden la defensa de su dicho imaginario en el hecho de que durante más de 40 años 38 por ciento del gasto público del país ha financiado escuelas, hospitales, carreteras, el impulso al crecimiento económico de la economía”, destacó.
Citó que el 3 de abril de este año, el PRD y el PT suscribieron una iniciativa donde pedían por completo en su Artículo cuarto, que la Ley de Deuda de Pemex y CFE la asumiera el gobierno federal, y pidió que esta propuesta firmada por los legisladores de izquierda, se integrara al diario de los debates como fundamento de lo que sostiene.
Dijo que “hoy nuestros dichos y la palabra no la probamos con círculos de debate encerrados, la probamos con la prueba de la historia de aprobar una legislación de cara a la nación, siempre invitamos a un debate responsable”.
Comentó que acudieron al Senado, en foros y reuniones, los expertos a favor y contra de la reforma energética, “incluido el que encabeza la moral de la izquierda mexicana, el ingeniero Cárdenas, respetemos nuestra historia, no tiene derechos de propiedad de partido político en lo individual”.
“Respondamos como lo hizo Lázaro Cárdenas en su tiempo, con altura y visión, con la altura de miras de construir un mejor país, de tener una empresa que sea productiva, que detenga la caída de un millón de barriles de petróleo que todos los días perdemos en la última década”, dijo.
Mencionó, que al ser un país petrolero se dejen de importar 18 mil millones de dólares por año en la industria petroquímica y apostar a que “en México se puede hacer y se puede hacer mejor”.
“Saludemos no apostando al fracaso de un cambio que es evidente que las cifras ha tenido claros y obscuros, y hoy no aguanta un día más para ver de cara a nuestros hijos. Hagámoslo con responsabilidad, hagámoslo con verdad, no con juicios de valor que vienen a ofender y que acaban ofendiendo a quien no puede probar esas ofensas”, añadió.