La construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México se haría en dos etapas, señaló el coordinador del Comité de Infraestructura de Transporte del Colegio de Ingenieros Civiles de México, Jorge de la Madrid Virgen.
Indicó que la primera etapa, la cual llevaría cinco años, contaría con tres pistas de aterrizaje con capacidad para recibir un avión Airbus A380, considerado el más grande del mundo.
La segunda iniciaría luego del lapso mencionado, y consideraría las últimas tres pistas para sumar un total de seis, y la zona idónea para la obra sería en el vaso de Texcoco, comentó.
“Ya hay trabajos previos para la construcción, y consisten en la capacidad de captar agua de lo que llaman depósitos o vasos reguladores y en esa zona hay tres que están siendo ampliados, y se espera que ya se terminen”, indicó.
Este martes, en su mensaje con motivo del Segundo Informe de Gobierno, el presidente Enrique Peña Nieto confirmó la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el cual se edificará en la zona contigua al actual, contará con seis pistas y atenderá a 120 millones de pasajeros al año, cuatro veces más que el actual.
“El nuevo aeropuerto será el mayor proyecto de infraestructura de los últimos años de nuestro país y del mundo. Es un acto de responsabilidad con México y para impulsar su desarrollo”, afirmó el jefe del Ejecutivo.
El mandatario reiteró que ante la saturación actual Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM), que restringe la comunicación entre las entidades del país, limita la conectividad de México con el mundo, frena el comercio y las inversiones, y genera demoras para los usuarios, “no se puede postergar más la solución de fondo”.
Por ello, de la Madrid Virgen explicó que las pistas del nuevo aeródromo sería de aproximadamente de cuatro a cinco mil metros de longitud cada una, una terminal entre ellas, así como la torre de control, estacionamientos, plataformas, entre otros.
El proyecto tendrá una inversión de 120 mil millones de pesos y también considera la sustentabilidad ambiental, permitiendo nuevas opciones de conectividad que hasta ahora se han visto limitadas.
Además de que no requerirá terrenos adicionales a los disponibles, los cuales son propiedad del Gobierno Federal.
Cabe mencionar que a fin de reducir el número máximo de operaciones por hora a 58, en coordinación con los operadores nacionales e internacionales, se realizó un reordenamiento en los horarios de despegue y aterrizaje de vuelos en el AICM.
En comparación con 2012, las operaciones del aeropuerto rebasaron en 52 ocasiones su capacidad máxima de 61 por hora, por lo que la mejora significa beneficios positivos en términos de seguridad y de reducción de costos económicos asociados a la congestión de tránsito aéreo.
Para el coordinador del Comité de Infraestructura de Transporte del Colegio de Ingenieros Civiles de México, el actual aeropuerto capitalino dejará de funcionar, una vez que se cuente con las nuevas instalaciones.