José Luis Abarca Velázquez, el alcalde de Iguala que se encuentra prófugo tras la desaparición de los 43 estudiantes de Guerrero, estaría vinculado con el cártel de los Beltrán Leyva, según reportes de diarios mexicanos.´

Un informe del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) en poder del diario El Universal, confirma que el alcalde de Iguala, tiene estrechos vínculos con grupos del crimen organizado que operan en la zona norte del estado de Guerrero.

El rotativo señala que la esposa de Abarca Velázquez, así como su suegra y sus cuñados tienen nexos con el difunto narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, por lo cual el prófugo alcalde “sirvió de lavador (de dinero) y prestanombres” con lo cual “pudo levantar en pocos años una fortuna considerable”.

Uno de los cuñados de José Luis Abarca Velázquez, de nombre Salomón Pineda Villa alias El Molón, estuvo preso en un penal de Matamoros, Tamaulipas, cumpliendo condena por delitos contra la salud, fue liberado en junio de 2013 y se convirtió en jefe de plaza del cártel Guerreros Unidos en Iguala.

Alberto Pineda Villa alias El Borrado y Mario Pineda Villa alias El MP eran los otros dos cuñados del alcalde de Iguala, quienes trabajaron por años como operadores de los Beltrán Leyva, según El Universal, el distanciamiento de éstos con el cártel derivó en su asesinato en 2009.

Asimismo, María Leonor Villa Orduño, suegra de Abarca Velázquez, ha sido vinculada con Arturo Beltrán Leyva de quien fue operadora y prestanombres.

Según El Universal, el documento al que tuvieron acceso se titula “Avances en la investigación sobre los hechos de violencia ocurridos en la ciudad de Iguala, Guerrero”, el cual está fechado el 1 de octubre de este año y además de mencionar sus vínculos con el narcotráfico, también da cuenta de los sobornos que Abarca Velázquez concedió a los dirigente estatales del su partido, el PRD.

Autoridades federales ignoraron las advertencias sobre el alcalde
Los abusos y los vínculos del alcalde de Iguala habían sido denunciados en octubre de 2013 por integrantes de la corriente Izquierda Democrática Nacional dentro del mismo partido de Abarca Velázquez (PRD), de acuerdo con el diario Reforma.

Los denunciantes entregaron al Gobierno federal el testimonio de un sobreviviente de las torturas y asesinatos ordenados por el alcalde.

"Es el Presidente José Luis Abarca quien le da un escopetazo en la cara y otro en el pecho y lo dejaron tirado en la fosa", relató Nicolás Mendoza, testigo de la ejecución del líder social Arturo Hernández Cardona, y cuyo testimonio ante notario fue entregado a las autoridades.
Según el rotativo, las acciones criminales de Abarca fueron presentada ante el Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, y del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio.En la nota de Reforma firmada por el periodista Roberto Zamarripa, se menciona que el propio integrante de la dirección del PRD, René Bejarano, compartió con las autoridades los antecedentes criminales del alcalde de Iguala y su esposa.

René Bejarano afirma que se reunió con el procurador Murillo y le mostró una declaración notariada de uno de los sobrevivientes de un secuestro planeado por el alcalde de Iguala y le mencionó los actos de tortura y el asesinato de Arturo Hernández Cardona, militante del PRD e integrante de la corriente de Bejarano (IDN) dentro del partido.

Al no tener respuesta, Bejarano se acercó al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio, quien escuchó su descripción de los hechos, pero jamás hubo acciones contra el alcalde Abarca Velázquez.

¿Por qué el alcalde atacó a los estudiantes?

El 26 de septiembre fue el día que desaparecieron los 43 estudiantes y fallecieron 6 personas por balas de la policía municipal. Según el documento obtenido por El Universal, luego de realizar una movilización en Iguala, un grupo de alrededor de 100 estudiantes de la normal rural Raúl Isidro Burgos pretendía trasladarse a la Plaza de las Tres Garantías, ubicada en zócalo de esa localidad, donde a las 6 de la tarde la esposa del alcalde, María de los Ángeles Pineda Villa, rendiría su segundo informe de labores como presidenta del DIF Municipal.

Por ello, Pineda Villa le habría ordenado a su jefe de seguridad que le comunicara al director de Seguridad Pública Municipal, Felipe Flores Velázquez, que no debía permitir que los estudiantes de Ayotzinapa llegaran al lugar del evento, para lo cual debía de implementar un operativo que frenara su avance y los replegara.

De esa manera, el jefe policiaco, exigió el traslado de decenas de policías municipales con la tarea de frenar a los estudiantes, lo que cual derivó en un enfrentamiento físico y verbal. Replegados, los estudiantes se dirigieron a la central de autobuses de esa ciudad, amplió el rotativo.

El jefe de Seguridad Pública llevó más allá el acoso contra los estudiantes y ordenó que se les detuviera. A bordo de seis patrullas los agentes le cerraron el paso a los jóvenes, quienes se enfrentaron a la policía y éstos abrieron fuego, el saldo fue de tres estudiantes muertos y más de 18 heridos. Foto: Twitter