Científicos del Instituto de Geofísica de la Facultad de Ingeniería (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), descubrieron que en el interior de la pirámide de Kukulcán, en Chichén Itzá, existe una segunda subestructura.

En rueda de prensa, los especialistas informaron este miércoles que, en los años 30 se encontró una primera subestructura dentro de la pirámide. Ahora, con una tomografía eléctrica tridimensional, se hallaron una más, dentro de la primera.

El descubrimiento fue confirmado con la tomografía, que permite "mirar" al interior de la estructura.

Asimismo, esta tecnología, no invasiva y única en el mundo, fue desarrollada por el equipo de investigación, en el que participan René Chávez Segura, Gerardo Cifuentes Nava y Esteban Hernández Quintero, del IGf, Andrés Tejero Andrade, de la FI, y Denisse Argote, del INAH.

En esta segunda y última fase del trabajo de campo (2015-2016), se "reconstruyó" e "iluminó" el interior de la pirámide, se verificaron sus etapas constructivas y se precisó qué ocurre con su estructura.

La metodología, el tipo de estudio que se realizó con electrodos planos para escrutar al interior de un edificio o ver el subsuelo de un inmueble, es totalmente nueva dentro de la geofísica, no sólo en México, sino a nivel mundial, remarcó Chávez Segura.

Después, se planteó el interés, por parte de los arqueólogos, de saber si dentro de la pirámide, también conocida como El Castillo, existían más estructuras. De ese modo, con la técnica no invasiva, que no daña el patrimonio histórico de la nación, se iluminó el interior.

Se hizo una tomografía eléctrica, que consiste en colocar detectores alrededor de los diferentes cuerpos de la pirámide (10 en total, tomando en cuenta la base) y enviar corriente eléctrica al subsuelo mediante una serie de electrodos, que también permiten medir de manera simultánea la diferencia de potencial y, finalmente, la resistividad del subsuelo.

Gracias a eso, refirió Cifuentes Nava, se detectó una subestructura por debajo de la primera, se observa una rampa, seguramente una escalinata, y la probable existencia de un adoratorio.