Pablo Antonio, de 24 años, falleció víctima de un asalto cuando se encontraba en su auto a las afueras de una tienda de conveniencia en el Fraccionamiento Burgos del municipio de Temixco, pero gracias al altruismo de la familia y especialistas médicos del IMSS salvó la vida de 106 pacientes con la donación de sus órganos.

El fin de semana pasado, alrededor de las 22:00 horas, los servicios de emergencia reportaron que el joven Pablo Antonio, que se desempeñaba como piloto aviador, había sido baleado en el abdomen cuando un sujeto que lo quiso asaltar, forcejeó con él al tratar de quitarle la pistola y lo lesionó; herido, fue trasladado al hospital donde poco después falleció.

Sin embargo, en el Hospital General Regional número uno del IMSS en Cuernavaca, se hizo la procuración multiorgánica, es decir, el corazón, hígado, dos riñones y dos córneas, así como la piel y tejido músculo esquelético, del joven, pues presentó edema cerebral severo, por tanto, su familia autorizó la donación, lo que dio la oportunidad de vivir a más personas.

Autoridades del IMSS informaron que el corazón fue trasladado a la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE), Hospital General; el hígado al Hospital de Especialidades ambos del Centro Médico Nacional “La Raza”.

En tanto, los riñones y córneas se enviaron a la UMAE, Hospital de Especialidades del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS; el tejido músculo esquelético y la piel, será procesado en el Banco de Tejidos del Estado de México con lo que se beneficiará a más de un centenar de personas.

Pablo Antonio fue despedido por todo el personal antes de entrar a cirugía con una valla humana quienes le brindaron aplausos, mientras que una médica pasante de servicio social leyó el mensaje escrito por la madre del joven.

A su vez , la directora de la Clínica 1 de Plan de Ayala, Delia Gamboa Guerrero, agradeció a la familia del joven al tiempo de exhortar a la población a fomentar la cultura de la donación y, de esta manera, dar vida después de la vida.

Informó que el procedimiento se llevó a cabo bajo estrictos lineamientos de bioseguridad, lo que garantiza evitar contagios de COVID-19 en los receptores y personal de salud.