El gris de la contaminación se confunde con el humo de los popoxcomitl que ofrenda la concurrencia ataviada con penachos, copillis y vestimentas tradicionales, en la plaza principal del país. El atrayente olor a copal le da un tono especial al ambiente.

Ante una maqueta de triplay que recrea Huey Teocalli o Templo Mayor en el Zócalo, erigida con motivo de los 500 años de Resistencia Indígena, quienes se asumen herederos de México-Tenochtitlan, caída en desgracia un 13 de agosto, la conmemoran.

Se trata de un genocidio por el cual, hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador se disculpa. Una catástrofe originada por la ocupación militar española de Mesoamérica y del resto del territorio de la actual República mexicana, afirma.

Nunca más una invasión, una ocupación o una conquista que se emprenda en nombre de la fe, de la paz, de la civilización, de la democracia, de la libertad o más grotesco aún en nombre de los derechos humanos”.

La Cuarta Transformación busca terminar de una vez con el mito de la Conquista y reivindicar la resistencia indígena.

"Este desastre, cataclismo, catástrofe, como se le quiera llamar, permite sostener que la Conquista fue un rotundo fracaso. ¿De qué civilización se puede hablar si se pierde la vida de millones de seres humanos y la nación, el imperio, o la monarquía dominante no logra en tres siglos de colonización ni siquiera recuperar la población que existía antes de la ocupación militar?".

En el acto oficial, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, considera que la victoria española no puede ser la única interpretación ni la dominante porque, entonces, propagamos una historia desde un solo punto de vista, que proviene de los vencedores y olvida las culturas de estas tierras, no solo las civilizaciones precolombinas, sino su histórica resistencia.

"Me siento orgullosa de nuestro pasado y nuestro porvenir y estoy comprometida a defender esta nuestra grandeza milenaria y a reivindicar la resistencia para convertirla en la riqueza del presente y el futuro de nuestra ciudad".

Los diversos calpullis no se cansan de danzar, cantar y ofrecer el fueguito a las deidades prehispánicas. Las invocaciones, los cantos superviven a pesar de los siglos.

La maqueta elaborada por la empresa de espectáculos OCESA tiene fecha de caducidad: el 29 de agosto.

En la Plaza de la Constitución coexisten las ofrendas de grupos que han mantenido la Tradición de generación en generación. La velación a lo largo de la noche, la ofrenda, los tambores, las sonajas de, el copal y las limpias con yerbas conviven con la ceremonia oficial.

Mientras, en Pino Suárez y Venustiano Carranza otra resistencia indígena interpela el discurso oficial: indígenas Triquis quieren acceder al Zócalo. A unos metros del monumento que conmemora la fundación de Tenochtitlan, los oaxaqueños recuerdan que han sido desplazados por la violencia política y social en Tierra Blanca, en el municipio de San Juan Copala. El cerco policiaco no les permite pasar.

Por la tarde, Ehécatl y Tláloc ayudan a los danzantes a mitigar el calor, que en el Valle de México suele estar por encima del máximo del índice UV, y al ombligo de la luna a limpiarse, después de un día de intensa contaminación.

Con información de José Luis Conrado