Tres tigres de bengala, decomisados en un operativo antidrogas el pasado 15 de febrero en la zona rural de Chilapa, Guerrero, murieron dentro de su jaula luego de permanecer varios días sin alimento ni agua.
De acuerdo con Excélsior, el dispositivo de seguridad se realizó en la cabecera municipal de Quechultenango, donde los felinos fueron decomisados junto con 28 kilogramos de mariguana, un arma de uso exclusivo del Ejército, 11 vehículos y una motocicleta.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) en Guerrero era la encargada de atender a los tres tigres de bengala, que se quedaron en el mismo sitio donde fueron hallados.
Ante los hechos, trascendió que ya se solicitó la renuncia del encargado de la Delegación de la Profepa en el estado, agregó el medio.
Sin embargo, también tendría que rendir cuentas el encargado de despacho de la Subprocuraduría de Recursos Naturales de la Profepa, Rodolfo Vilchis Noriega, quien según fuentes consultadas por Excélsior, no gestiona los medicamentos para la contención de ejemplares de vida silvestre, ni destina personal especializado para este tipo de casos de manejo de grandes felinos.