La Segunda Comisión de la Permanente aprobó un dictamen para exhortar a las autoridades de salud del país a que fortalezcan las acciones para reducir el embarazo en adolescentes y el embarazo no deseado, así como a garantizar el continuo abasto de anticonceptivos establecidos en el Compendio Nacional de Insumos del Sector.
Senadores y diputados de este órgano del Congreso de la Unión, que preside el senador Jorge Carlos Ramírez Marín, consideraron que, para abatir esta problemática, se deben implementar estrategias de difusión e información, a fin de que los jóvenes cuenten con mayores herramientas para decidir y disminuir los embarazos no deseados.
Reconocieron que los embarazos juveniles son más probables en comunidades pobres, poco instruidas y rurales, debido a que algunas personas adolescentes no saben cómo evitar el embarazo, porque no cuenta con educación sexual.
Las y los legisladores indicaron que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre mujeres de 15 a 19 años en todo el mundo.
Además de que anualmente, se practican cerca de tres millones de abortos peligrosos en este grupo poblacional, lo que contribuye a la mortalidad materna y a problemas de salud prolongados.
Expresaron que, en países de ingresos bajos y medianos, los bebés de madres menores de 20 años se enfrentan a un riesgo de 50 por ciento superior de mortalidad prenatal o de morir en las primeras semanas de vida, que los de mujeres de 20 a 29 años.
Las y los integrantes de la Segunda Comisión también avalaron exhortar a la Secretaría de Educación Pública para que, en coordinación con sus homólogas del país, continúe y refuerce políticas públicas educativas encaminadas a prevenir y evitar la deserción estudiantil en todos los niveles educativos.
Así como garantizar que las y los estudiantes cursen de principio a fin sus respectivos ciclos escolares, dentro de los planteles de enseñanza pública.
En el dictamen, consideraron que la deserción escolar debe ser una de las prioridades de la política educativa del Gobierno Federal, toda vez que el crear las condiciones para una mejor enseñanza de los menores redundará en una mejor calidad de vida para ellos y un potencial crecimiento y desarrollo económico para la sociedad.
Reiteraron que esta problemática afecta a todos los estados del país, con especial énfasis en Michoacán, que tiene la mayor tasa de deserción a nivel primaria con 1.7 por ciento, cuadruplicando la media nacional; así como a Morelos que eleva su tasa de deserción hasta 15 por ciento en la enseñanza media superior.
Mencionaron que, además, Veracruz tiene los mayores niveles de deserción a nivel nacional, en secundaria con 4.9 por ciento, y en enseñanza superior, 14.9 por ciento, lo que llega, incluso, a duplicar la media nacional en uno de los dos niveles educativos.