Al menos cinco elementos del Ejército Mexicano y de la Guardia Nacional fueron asesinados este domingo en una serie de ataques armados perpetrados por sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en los estados de Jalisco y Michoacán, ubicados en la región occidente de México. Los ataques, que ocurrieron de manera coordinada, provocaron bloqueos carreteros, incendios de vehículos y el despliegue de operativos de seguridad en la zona.

De acuerdo con la información confirmada por la Guardia Nacional (GN), el primer ataque se registró alrededor de las 18:00 horas en el poblado de San Antonio de Rivas, en el municipio de La Barca, Jalisco. Un grupo de pistoleros abrió fuego contra elementos de la GN que patrullaban la zona, desatando un enfrentamiento que se extendió hacia territorio michoacano.

Los sicarios llevaron los ataques hasta los municipios michoacanos de Vista Hermosa, Tanhuato y Yurécuaro, colindantes con Jalisco. En otro de los hechos violentos, dos agentes de la división de seguridad en carreteras de la GN fueron asesinados en el poblado jalisciense de Guadalupe del Lerma, mientras se encontraban a bordo de su patrulla.

Además de los ataques directos a los elementos de seguridad, los criminales desplegaron una serie de acciones para obstaculizar la movilidad en la región. Al menos cinco vehículos fueron robados y posteriormente incendiados para bloquear carreteras que conectan Michoacán y Jalisco, afectando municipios como Zamora, La Piedad, Ixtlán de los Hervores, Churintzio, Ecuandureo, Tangamandapio y Jacona.

Como parte de su estrategia de ataque, los sicarios arrojaron estrellas metálicas ponchallantas en distintos tramos carreteros de Michoacán. Uno de estos dispositivos logró detener un camión del Ejército en la carretera que une Chilchota y Zamora, dejando varada la unidad. En ese momento, un grupo de soldados descendió del vehículo para cambiar los neumáticos, sin percatarse de que un comando armado los observaba desde la orilla de la carretera. Los atacantes dispararon con rifles de asalto contra los militares, asesinando a tres de ellos e hiriendo a varios más.

Las primeras investigaciones de la Guardia Nacional señalan como presunto responsable de los ataques a Heraclio Guerrero Martínez, alias ‘El Tío Laco’, identificado como lugarteniente del CJNG en el occidente de Michoacán y hombre cercano a Nemesio Oseguera Cervantes, ‘El Mencho’, máximo líder de la organización criminal.

El enfrentamiento más intenso ocurrió en los límites de Michoacán, específicamente en los municipios de Yurécuaro y Tanhuato. Al término del tiroteo, el saldo preliminar fue de cinco agentes de seguridad muertos y dos policías estatales heridos. Aunque las fuerzas de seguridad desplegaron un operativo para contener la situación, no se reportaron detenciones.