En una reciente conferencia de prensa, el fiscal general del estado de Oaxaca, José Bernardo Rodríguez Alamilla, informó que los jóvenes originarios de Tlaxcala, cuyos cuerpos fueron hallados en un vehículo abandonado en la carretera Oaxaca-Puebla, estaban involucrados en actividades delictivas y que su asesinato podría deberse a un ajuste de cuentas entre grupos criminales.
Las investigaciones revelaron que se presentaron denuncias por la desaparición de siete personas: Angie N., Brenda N., Noemí N., Raúl N., Jacqueline N., Guadalupe Guillermo N. y L.E.S. De estas, Brenda N. fue localizada con vida en Puebla, mientras que L.E.S. fue detenido en Huatulco y actualmente está bajo custodia por intento de robo, además de tener antecedentes penales en Tlaxcala.
Según declaraciones de L.E.S., el grupo viajó a la costa de Oaxaca con la intención de cometer delitos como robos a cuentahabientes, cajeros automáticos y centros comerciales, actividades que también realizaban en Tlaxcala.
La llegada del grupo coincidió con una serie de robos en la zona de Huatulco. Además, se identificó a un individuo apodado "El Jocha" como la persona que les proporcionaba hospedaje y señalaba posibles objetivos.
Las autoridades continúan investigando el caso en colaboración con los gobiernos de Puebla y Tlaxcala, enfocándose en la ruta del vehículo donde se encontraron los cuerpos y considerando la posibilidad de un ajuste de cuentas entre organizaciones criminales.