El mal llamado “Monumento del Taco”, ubicado en la entrada de la ciudad, será rescatado con motivo de los festejos del 150 Aniversario de la Batalla del 5 de Mayo. El nombre correcto de la estructura es “De la Vela Votiva”, en honor a quienes cayeron en la defensa de la patria.

Lo anterior fue informado por el perito del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Sergio Vergara Verdejo, quien recordó que la estructura en piedra de cantera fue construida en 1962 con motivo del centenario de la batalla de los cerros de Loreto y Guadalupe, y fue el presidente Adolfo López Mateos quien encendió la “vela votiva” en honor a los caídos.

Expresó que para el 5 de mayo de 2012 se espera que haya una ceremonia similar donde el presidente de la República encienda nuevamente otra vela.

“La estructura señala que la patria envuelve a los mexicanos, los arropa, por ello la forma de lienzo en espiral y al centro un espacio donde se tendría que llegar a la reflexión.”

Durante décadas el monumento de la “Vela Votiva” ha sido llamado “Monumento del Taco”. Se encuentra en frente al estadio Cuauhtémoc y es uno de los referentes al entrar a la ciudad por la zona de los fuertes.

La estructura tiene una altura de más de 30 metros, se construyó en una rotonda y actualmente se encuentra en el olvido. En su interior las paredes muestran el vandalismo, además de que con las obras del viaducto sirve de bodega para material de construcción y el piso de mármol prácticamente no se ve por la acumulación de polvo.

Al frente del monumento se encuentra una escultura con los rostros de Ignacio Zaragoza, Benito Juárez y Miguel Hidalgo, así como la firma del autor R. Arenas Betancourt.

Sergio Vergara comentó que el valor de la construcción, si bien no es histórico, sí lo es como un icono de la ciudad al cumplirse 50 años de que fue construido para conmemorar el centenario de la batalla.

‘Vela Votiva’

En información obtenida en páginas electrónicas, la práctica de encender velas delante del Señor viene desde el Antiguo Testamento, cuando Dios exigió a los israelitas mantener los candelabros encendidos ante el Santo de los Santos.

La luz representa a Cristo, por lo que encender una vela o lámpara ha pasado a ser un símbolo de Cristo de una manera muy especial. Una vela debe estar prendida permanentemente ante la Real Presencia en la eucaristía, al igual que lo hacía ante la Presencia en el templo. También puede significar para la gente, la presencia delante del Señor aún estando éste físicamente ausente. De esa misma manera el humo del incienso subiendo hacia Dios, simboliza las oraciones de los creyentes.

Todo lo que sea “votivo” tiene que ver con votos o promesas. A Dios le agradan nuestras promesas, siempre que las cumplamos. El católico que enciende una vela votiva, hace una ofrenda y presenta su intención ante el Señor. La vela simboliza esta intención, también puede significar su presencia en oración ante Dios y su unión como cristiano, con Cristo la Luz del mundo. El elemento votivo es el intercambio de la ofrenda hecha, por la respuesta de Dios a sus oraciones.

Así que la práctica de las velas votivas tiene raíces bíblicas y es un símbolo de quienes somos los cristianos unidos a Cristo, y de nuestra completa dependencia de Dios en nuestras necesidades.