Al asegurar que quienes impulsaron las reformas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado de Puebla (ISSSTEP) recibirán por parte de los maestros estatales un voto de castigo en las elecciones federales del presente año, la dirigente de la organización Antorcha Magisterial, Alondra Méndez Betancourt, afirmó que se lo merecen porque afectaron la economía de todos los trabajadores que cotizan en esa institución.

Ese “voto de castigo” —agregó la integrante de Antorcha Campesina— incluye a dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), así como representantes populares de los diferentes partidos políticos de la entidad, particularmente a los integrantes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) que encabezaron la reforma al instituto.

Méndez Betancourt reiteró que la alternativa que tendrán los integrantes de la agrupación que dirige está en manos de la dirigencia estatal y nacional de Antorcha Campesina, aunque tiene claro que los maestros y trabajadores de la educación quieren un presidente de la República y legisladores que respondan a los intereses del pueblo “que defiendan a los ciudadanos y que luchen por la sociedad en general”.

Dijo que de los funcionarios de los diferentes órdenes de gobierno y de los partidos políticos existentes ninguno asume ese papel que demanda la sociedad mexicana, incluso tampoco Andrés Manuel López Obrador representa los verdaderos intereses de la sociedad, por eso dijo que es tiempo de que el pueblo “castigue” a quienes abusan del poder.

Alondra Méndez señaló que como integrante de Antorcha Campesina se alineará con la posición que tomen los dirigentes de esa agrupación nacional, “nosotros nos disciplinaremos con esa postura, pero también tenemos demandas sociales y queremos que quienes nos gobiernen cumplan sus obligaciones que tienen con los maestros y con la sociedad en general”.

Además, lamentó la alianza firmada a finales del año pasado entre el PRI, el Panal y el Verde Ecologista, porque cuando se hacen esos acuerdos a los maestros no los llaman y por lo tanto no tienen derecho de opinar; por eso insistió en que si no les piden el consenso entonces tienen la libertad de votar por quienes mejor consideren, “porque los acuerdos de las cúpulas no son precisamente las demandas de las bases magisteriales”.