Acarreo, empujones, mentadas de madre, uso de recursos públicos y contradicciones fue lo más relevante del desayuno al que invitó el precandidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, Ernesto Cordero Arroyo.

Pero el acarreo le cobró factura al aspirante al máximo cargo de representación popular en el país, ya que fue tal la desorganización que tuvieron que correr a quienes venían en camiones rentados, todo por equivocarse de evento. Una parte de la estructura del gobierno del estado, sobre todo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), fue movilizada para que acudieran trabajadores al salón Los Girasoles en San Andrés Cholula.

“Sí, nos dijeron en la oficina que viniéramos, aunque no a la fuerza, pues sabemos que esas 'invitaciones' son para quien quiera, pues tienes que venir pa' que te vea el jefe”, dijo un trabajador.

Pero también arribó gente trabajadora de distintos ayuntamientos, los que sin pena alguna llegaron a bordo de vehículos oficiales, como Xochitlán o una camioneta del DIF del municipio de Yehualtepec, camioneta que llegó con todo y niños. También desde temprana hora llegaron dos guaruras con corte militar, quienes iniciaron un bloqueo a la prensa, a pesar de haber sido invitada, pero finalmente se les dijo que no podrían entrar al “desayuno privado”.

Pero no solo a la prensa se le prohibió la entrada o le cerraron las puertas, sino también a grandes grupos de “acarreados” procedentes de las colonias del sur de la ciudad, quienes se equivocaron de evento.

A puerta cerrada
La cita era a las 8:45 horas en el salón los Girasoles, pero los invitados tuvieron que esperar la hora y media de retraso del precandidato panista, debido a que prefirió degustar un cafecito en el restaurante Mi Viejo Pueblito de la Recta a Cholula.

En ese tiempo de espera, por lo menos 500 personas tuvieron que esperar pacientes, ya que gran parte tenía la “invitación” de acudir para aplaudir al exsecretario de Hacienda del gobierno de Felipe Calderón.

—¿De dónde viene?

—Somos de la SEP. No vaya a poner mi nombre, pero nos dijeron en la oficina central que nos invitaban a venir, por eso venimos; ya sabemos que esas invitaciones son a fuerza— confesó uno de los comensales a Intolerancia Diario.

Otro grupo de más de 40 personas llegaron en un autobús alquilado por distintos comités municipales del PAN en la Sierra Negra de Puebla, quienes no acudieron muy gustosos.

“Venimos de Ajalpan y Eloxochitlán, casi todos trabajamos en los ayuntamientos; muchos somos panistas, pero hay quien tuvo que venir por compromiso”, dijeron al bajar del autobús, también pidiendo el anonimato.

Momentos después arribó la primera camioneta oficial, procedente del municipio de Xochitlán, con placas de circulación SJ 67490, con sus tripulantes, que se negaron a decir nombres y cargos.

La segunda camioneta fue del DIF de Yehualtepec, que arribó con todo y niños, además de varias mujeres, quienes mostraban cara de cansancio por el viaje. La camioneta no tenía placas de circulación.

—¿A qué vienen? —se le preguntó a un pequeño de aproximados diez años.

—No sé, mi mamá me trajo, pero tengo sueño.

La tercera unidad oficial fue de la Procuraduría Agraria, que también llegó sin placas de circulación pero con funcionarios abordo.

Mientras tanto los fotógrafos trataban de hacer su trabajo, pero dos guaruras con semblante de militares, de más de 1.80 metros de estatura, les pedían “atentamente” que se fueran del lugar porque estaba prohibido entrar.

Entre los invitados, uno de los primeros en llegar puntualmente, fue el secretario de Competitividad, Trabajo y Desarrollo Económico, Pablo Rodríguez Regordosa, quien se placeaba ante los reporteros como pidiendo a gritos una entrevista.

También el exsecretario de Desarrollo Rural y ahora aspirante a una candidatura para diputado federal, Néstor Gordillo Castillo, salía y entraba buscando que los comunicadores lo abordaran, hasta que logró su objetivo.

El acarreo
Alrededor de las 10:00 horas empezaron a llegar grandes grupos de personas a bordo de microbuses, todos contentos portando su playera regalada de la precampaña de Ernesto Cordero y procedentes de colonias del sur de la ciudad. Pero al llegar a la puerta del salón, literalmente les dijeron que no estaban invitados, que se habían equivocado y tenían que ir solo al mitin de la Plaza de la Concordia en San Pedro Cholula.

Esto provocó la ira de la lideresa quien empezó a mentarles la madre a los organizadores y a exigirles que le llevaran a la puerta al diputado Mario Riestra, quien era el que los convocó. Pero los de la puerta, acostumbrados a no escuchar, les dijeron que no iban a entrar y afirmaron que no importaba de quien viniera la orden, ya que estaba lleno el salón.

“Dile a ese pendejo Mario Riestra que no chingue, es la tercera vez que nos la hace, sabe mi pinche genio y que ya me cansé que me haga estas cosas (…) le traigo a la gente y no se vale”, gritoneaba la lideresa a alguien en el teléfono celular frente a toda la gente.

Finalmente, las más de 50 personas procedentes de colonias como Villa Paraíso y Las Cabañas optaron por irse. “Por un pinche tamal no nos van a hacer eso”, dijeron los inconformes, pero se negaron a dar entrevistas.

El anfitrión
Pasando de las 10:30 horas llegó el anfitrión del desayuno, Ernesto Cordero, a bordo de una camioneta de lujo a la que se acercaron casi corriendo Ángel Díaz Caneja y Roberto Grajales, quienes se desvivieron en abrazos al exfuncionario federal.

Posteriormente pasaron al “apapacho” los presidentes municipales Dolores Parra y Miguel Ángel Huepa, de San Pedro y San Andrés Cholula, respectivamente, después un sinfín de personas trataban de saludarlo y tomarse la foto.

Fue hasta las 11:30 horas que arribó el aspirante a senador Javier Lozano Alarcón, quien prefirió antes de entrar atender a la prensa. Incluso fue presentado a través del micrófono, pero seguía a gusto dando entrevistas.

—¿Porqué llegó tarde al evento de su favorito? —se le cuestionó.

—No, no… es que yo, según yo, estaba nada más invitado al mitin, pero por lo visto también estoy invitado aquí —contestó dudoso al momento de correr para ingresar al salón.

El desplante
Tras varias horas, decenas de reporteros locales y nacionales esperaban la entrevista prometida por la gente de comunicación de la campaña, que se realizaría en un salón adjunto.

Al final del evento, Ernesto Cordero simplemente cerró la boca y no quiso hablar, pero sí tomarse fotos con los “acarreados”. Esto generó la molestia de los reporteros, cuando les dijeron que no habría entrevista en el lugar, sólo acabando el mitin de San Pedro Cholula.

Sin embargo, se acercaron al precandidato para entrevistarlo, lo que generó empujones, golpes, jalones y mentadas de madre, sin poder sacar una sola palabra del político.

Finalmente, luego de varios minutos del desplante, el candidato abordó su camioneta de lujo para emprender la graciosa huida, pero reporteros en respuesta empezaron a corear: “¡Josefina, Josefina, Josefina!” al unísono, y entre gritos de “así quieres llegar”, sin que nada hiciera cambiar de parecer al panista.

Ve las imágenes de la vista de Ernesto Cordero en nuestra sección “Galerías”